El Ejecutivo presidido por Mariano
Rajoy ha demostrado, una vez más, que gobierna a salto de mata. La última
ocurrencia –aquello que tanto achacaba a Zapatero–
ha sido el anuncio de que se concederá permiso de residencia en España a los extranjeros que adquieran
una vivienda cuyo precio sea superior a 160.000 euros, según dijo ayer el secretario de Estado de Comercio, Jaime
García-Legaz.
Globo sonda, desliz o falta
de coordinación gubernamental, el caso es que Rajoy aclaró –durante su rueda de
prensa con la presidenta de Brasil,
Dilma Rousseff– que no ha tomado “ninguna decisión al respecto”, según recoge
ABC. Pero las redes sociales y los
medios digitales ya estaban incendiados.
Tanto que, si nos atenemos a
las encuestas de diversos periódicos, el presidente debería meditar su flamante
idea para revitalizar el mercado inmobiliario. Así, un 83% de los internautas
que habían respondido a un sondeo de El
Mundo –al filo de la medianoche– se declaraban contrarios a la medida.
La opinión de los lectores
de El País era muy similar, con un
80% de respuestas contrarias al plan anunciado por García-Legaz, que pretende
atraer a compradores de China y Rusia, fundamentalmente. Si miramos a
Barcelona, vemos que en La Vanguardia
también se refleja un rechazo apabullante a la medida, siendo nada menos que un
88% los lectores en contra.
Si echamos un vistazo a 20 Minutos –en el top de internautas contrarios– sólo uno de cada diez lectores
consideran que así se conseguiría reflotar el mercado inmobiliario. Entre los críticos
con el anuncio, una gran mayoría incluso opina que “es una medida surrealista
por relacionar la ciudadanía con la propiedad privada”, según indica la versión
on line del mencionado periódico
gratuito.
Tratándose de una materia
tan sensible como la vivienda, y tras la alarma social provocada por los
desahucios, las críticas de la oposición no pueden sorprendernos. Así, el PSOE ha cargado contra el plan,
calificando la iniciativa como un “disparate”, según ha afirmado la secretaria
de Cooperación e Inmigración, Marisol Pérez Domínguez.
UPyD
tampoco se ha quedado atrás, según leemos en El Mundo, al acusar al Gobierno de poner España “en venta al mejor
postor”, y UGT –tan vilipendiada por
el fracaso de la huelga– ha arremetido contra el Ejecutivo de Rajoy afirmando
que “la propuesta es descabellada, injusta e impresentable”.
Como guinda, la patronal
bancaria pide “dar más créditos y construir más casas”, según afirma su
presidente, Miguel Martín. Todo
ello, según apunta El País, “en un momento en el que las entidades están
reduciendo el crédito y se estima que hay entre 700.000 y un millón de
inmuebles sin vender”.
Martín, para rematar su
particular faena, ha asegurado que “los bancos y cajas lo que han hecho ha
sido ayudar a las personas” al conceder hipotecas para que se puedan comprar
una vivienda. Puro humanismo, sí señor.
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