Nos van a volver locos. Por
un lado, las autoridades dicen que hagamos deporte y nos alimentemos sano. Pero
en Barcelona, dentro de los autobuses urbanos
van a vender chucherías y chocolatinas. También nos advierten de que el tabaco,
además de muy malo, es cosa de tontos. Aunque la Comunidad de Madrid se fuma un puro, y los que hagan falta, con tal
de instalar EuroVegas.
jueves, 3 de octubre de 2013
Nos quieren ludópatas y majaretas
viernes, 27 de septiembre de 2013
España, ese país que no mueve el culo
Cuatro de cada diez
españoles sólo se mueven para ir del frigorífico al sofá. Y es que no hay quien
nos entienda. Porque nos pasamos la vida quejándonos de lo mal que está la cosa y,
en lugar de salir corriendo, nos tiramos al sillón en cuanto podemos. Y, como
nuestro ejemplo a seguir es Homer
Simpson, resulta que la cuarta parte de los niños de cinco y seis años padece
sobrepeso.
martes, 24 de septiembre de 2013
Como somos unos guarros, a pagar por mear
A este paso, nos cobrarán hasta por respirar. De momento, lo van a hacer por mear en la madrileña estación de Atocha. Y todo se andará, puesto que ADIF –tristemente conocida por el accidente de Santiago– ha adjudicado el servicio a una empresa holandesa. Y como estos son tan eficientes, pues habrá que echarse a temblar. O, como diría un castizo, salir de casa meado y cagado. Aunque la culpa la tenemos nosotros, que lo ponemos todo perdido.
jueves, 19 de septiembre de 2013
¡Cómo nos gusta copiar en los exámenes!
Además de escaqueados,
somos unos tramposos. Por eso, las universidades públicas de Navarra y Cantabria obligan a sus alumnos a firmar una declaración prometiendo no hacer chuletas. Y es que la mitad de los universitarios, según publica El País, reconocen haber
copiado en los exámenes.
Pero es que seis de cada
diez se jactan de haber plagiado sus trabajos en Internet. Como además de escaqueados y tramposos somos unos mentirosos
de cuidado, el personal firma lo que haga falta. Luego, como Rajoy, si te he visto no me acuerdo.
Porque ya no puedes fiarte
ni de los nuevos policías. Por lo menos, en Barcelona, donde hace un par de meses tuvieron que repetir unas
pruebas de acceso a la Guardia Urbana.
Resulta que hasta se consintió el uso de móviles y Ipads para buscar las respuestas en Google. Y todavía habría quien suspendiera.
Desde que al piloto Dani Pedrosa le colocaran con un
pinganillo, en unos exámenes para patrón de barco, todo vale. Sólo falta que aparezca
ahora un antiguo compañero de Susana
Díaz, la presidenta de Junta de Andalucía, diciendo que, además de
tirarse diez años para acabar la carrera, también le daba a la chuleta.
Y es que, como somos unos
espabilados, con la ayuda de las nuevas tecnologías hemos creado una industria del
copieteo. Porque ya tenemos hasta
micropymes de la chuleta electrónica en las universidades. A este paso,
acabarán por convertirse en instituciones como los tunos, a quienes, por
cierto, no les interesa lo más mínimo aprobar. Y, como España es un chollo para los vendedores de pinganillos y micrófonos,
así se explica que las agencias de detectives se hayan multiplicado.
A la hora de copiar, o
sacarnos un carnet sin ir a clase, es que somos únicos. Si no, que se lo digan
a Alejandro Sanz o Sofía Mazagatos –la del candelabro-, a
los que hace quince años engancharon con carnés de conducir fraudulentos que habían obtenido en Gibraltar. Junto a ellos, la Guardia Civil colocó a otros 1.800 conductores.
Vamos, que lo nuestro viene
de tradición y deberíamos estar curados de espanto. Aunque, eso sí, mucho
cuidado quien lleve un marcapasos porque los inhibidores anti pinganillo pueden
darle un susto. Y es que eso de copiar, aunque nos ponga mucho, también tiene
efectos secundarios.
martes, 17 de septiembre de 2013
Bárcenas da envidia a los estudiantes sin beca
Como el Gobierno siga recortando las becas, y aparezcan más imágenes de Bárcenas en la trena, las cárceles se
van a llenar de estudiantes. No hay más que ver en La Sexta al ex tesorero de Rajoy
para que le dé envidia a más de uno.
viernes, 13 de septiembre de 2013
Barcelona nos pide 20 euros a cada uno para otra olimpiada
Los políticos catalanes que
impulsan las Olimpiadas de Invierno Barcelona Pirineu 2022,
pretenden sacarnos –a cada uno de los españoles– casi 20 euros por cabeza para
organizar su sarao. Resulta que, según la propuesta preliminar –revelada por el
diario El Mundo– más de la mitad de
las inversiones necesarias van a salir de nuestros bolsillos. Así, cualquiera.
Pues sí, la pasta tiene que
salir de esos españoles con lo que la casta política catalana no quiere saber
nada. Y cuya Vía por la Independencia ha sido respaldada por centenares de
miles de personas. Y como de Finisterre
al Cabo de Gata y de Santander a Sanlúcar de Barrameda somos sadomasoquistas perdidos, aceptaremos
el nuevo latigazo. Total, después de la humillación del café con leche de Buenos Aires, tragamos con todo.
Porque, por ejemplo, los
uniformes que lucieron el Príncipe, Rajoy, Ana Botella, y el resto de autoridades que nos representaron ante
los miembros del Comité Olímpico
Internacional, costaron cerca de 42.000 euros. Lo que supone la vuelta al
cole, según la OCU, de 22 alumnos de
Primaria y Secundaria. Curiosamente, el mismo número de medallas que nuestros
atletas ganaron en Barcelona 92.
Claro, que en aquellos tiempos los políticos catalanes todavía no se había
echado al monte. Y los españoles de a pie seguíamos en lo alto del guindo,
creyendo que esto era jauja.
Pero hay que conservar la
calma. Porque nuestros dirigentes sólo piensan en el bien común. Como José María Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo, que lleva la friolera de 24 años en el
cargo. Y qué decir del vocacional Ángel
María Villar, el presidente de la Federación
Española de Fútbol, que este año
cumple sus bodas de plata en la millonaria poltrona.
Ya lo decía Bale, el hombre de los 100 millones de
euros, que hubiera venido gratis al Real
Madrid. Y lo repetía Ozil, otro
indigente futbolístico, que salió pitando a Londres
para jugar en el Arsenal. Pues si
son tan solidarios, podían haberse puesto a vender camisetas del Barça, de esas que llevan la bandera
catalana y que fueron lo más visto en la macro
manifa independentista del miércoles.
A Qatar Fundation no le hubiera importado
repartir los beneficios, en la propia Barcelona,
entre esos miles de niños que se acuestan cada noche con el estómago vacío.
jueves, 12 de septiembre de 2013
Nos va el sadomasoquismo
Nos gusta recibir estopa. Y es que somos masoquistas.
Por eso, un candidato a diputado en Alemania,
del Partido Liberal, busca esclavos
sexuales en Internet. Bajo el pseudónimo de Master HM, se describe como dominante y sádico. Aquí en España no le faltaría clientela.
Porque mira que nos dejan en pelotas, nos sacuden una
y otra vez el bolsillo, despotricamos contra la casta política y acabamos
votando, sumisos. Así, no es de extrañar que los españoles, según el último
informe de la ONU, hayamos dejado de
ser la alegría de la huerta.
Normal, y ahora resulta que son daneses, noruegos y
suecos los que se parten de risa y disfrutan de la vida. Y, encima, a precio de
saldo en nuestras playas, hinchándose a fritura de pescado y atendidos por camareros
que no pasan de los 500 euros al mes.
Aunque para sadismo, el de los políticos portugueses,
que no dejan de torturar a sus compatriotas. El penúltimo latigazo, un recorte
del 10% en las pensiones de los funcionarios que reciben más de 600 euros al
mes. Mientras tanto, Christine Lagarde,
la dominatriz del Fondo Monetario
Internacional que azuza un día sí y otro también nuestra tortura, se
levanta más de 320.000 euros netos al año. Menuda madame.
Si es que no tenemos remedio. No hay más que ver a los
universitarios novatos de los colegios mayores. Se dejan una pasta en la
matrícula y, como bienvenida, tienen que aguantar un rosario de humillaciones. Por
eso, como todo tiene un límite, se está produciendo una desbandada de titulados
al extranjero. Y es que allí les darán cera, pero al menos les pagan.
Tan bajo hemos caído, y tanto nos hemos acostumbrado a
que nos zurren la badana, que la Comunidad
de Madrid sigue empeñada en que se
fume en Eurovegas. Da igual que el
tabaco mate o provoque malformaciones en los embarazos. Porque ahora resulta
que se trata de un proyecto que, después del fracaso olímpico, tiene aún más
relevancia.
Afortunadamente, después del mal café de la alcaldesa,
los políticos manirrotos que nos gobiernan han decidido que Madrid no suplique una vez más ser ciudad
olímpica. Para eso, ya está Tokio,
que tiene unos cuantos barrios llenos de sumisas gheisas. Y esto, a los
miembros del Comité Olímpico
Internacional, empezando por Alberto de Mónaco, les debe poner a cien.
viernes, 6 de septiembre de 2013
Bárcenas, el nuevo rey de los pobres
El presidente del Congo, Denis Sassou, ha
dejado 10.000 euros de aguinaldo en Carratraca,
un pueblo de Málaga donde estuvo de
vacaciones este agosto. Lo que se pule Bárcenas
–para sus gastos corrientes– en apenas dos meses. Si es que sólo por eso, le tenía que
caer un buen puro al ex tesorero de Rajoy.
miércoles, 4 de septiembre de 2013
El porno e ir de gañote unen a la humanidad
Estamos enganchados a Internet. Tanto que una de cada diez empresas españolas ya ha
sancionado a algún trabajador por su adicción a las redes sociales y el correo
electrónico. Y es que ya no nos cortamos un pelo. Así, el sesenta por ciento de
las compras on line se realizan desde
el curro. Y el que no se conecte a Facebook,
o escriba un tuit en horario de oficina, acabará siendo un bicho raro.
Lo nuestro es puro vicio, aunque será difícil que
superemos a los 5.000 empleados del Parlamento
Británico, que entre mayo de 2012 y julio de este año visitaron 52.000
páginas destinadas a relaciones extra matrimoniales. Pues, vaya, los
ordenadores de sus señorías, y el resto de empleados de tan noble institución,
deberían echar humo.
Porque, según ha reconocido la propia Cámara de los Comunes, durante el mismo
periodo de tiempo, se registraron nada menos que 300.000 intentos de acceso a
páginas porno. Eso es un calentón colectivo y lo demás es cuento.
Para que luego nos quejemos de los concejales de Murcia que, durante un pleno, jugaban
con su Ipad al tenis. Si es que, visto lo que hacen los honorables
británicos, somos unos exagerados. Y lo llevamos al extremo de casi crucificar
a dos diputados de la Asamblea de Madrid
que, durante otra sesión plenaria, se dedicaban a darle al inocente Apalabrados.
Y es que en todos sitios cuecen habas. Que se lo digan
a los asesores John McCain, senador norteamericano que fue
aspirante a presidente. A éste le han pillado, esta semana mismo, jugando al póker
en su iPhone, mientras se celebraba un debate sobre la intervención
de Estados Unidos en Siria.
Menos cándido fue Simone
di Cagno, diputado del partido de Berlusconi, a quien cazaron viendo a
unas señoritas en ropa interior en pleno debate del Parlamento Italiano. Vamos, muy en la línea de su jefe.
No aprendemos. Pero podíamos escarmentar en cabeza ajena.
Por ejemplo, pensando en una edil de Getafe cuya hija de 14 años
se gastó 30.000 euros en 2008, a través de una tarjeta 3G de acceso a Internet del Ayuntamiento. La criatura no daba abasto a la hora de bajarse
series de televisión y, claro, la cosa acabó como el rosario de la aurora. Esto
es, con su madre llorando como una magdalena y pidiendo perdón.
Es que nos dan confianza y no frenamos. Y nos pasa
como a ese concejal de Torrevieja
que se pulió 2.500 euros en llamadas telefónicas en un año. Tanto se emocionó el
hombre, con su flamante móvil pagado por el contribuyente, que acabó suscribiéndose
a un canal porno en Internet. Porque
el sexo e ir de gañote, Gibraltar
aparte, nos une mucho a españoles y británicos. Y si hablamos de políticos,
más.
lunes, 2 de septiembre de 2013
Cuando nos ponemos brutos, no hay quien nos gane
Cuando nos ponemos bestias,
damos miedo. Por eso, y para reforzar la candidatura olímpica, en Los Molinos, un pueblo de la Sierra de Madrid, le dieron este pasado
fin de semana al brutathlon. Cinco disciplinas integraron la competición para
chillarle al mundo que, con entrenamiento, somos unos bestias de cuidado.
Como estrellas del programa,
el arrastre
de traviesa, el volteamiento de rueda de tractor y
el lanzamiento
de bombona de butano. A poco que la Peña Los Zagales, que así
se hacen llamar los madrileños del brutathlon, se hagan un poco de publicidad
y mantengan vivo el bestial concurso, acabarán organizando su Campeonato
Mundial. Como el de lanzamiento de hueso de oliva, de Cieza, que el año que viene cumple su vigésimo aniversario.
Tampoco tiene desperdicio el
concurso de lanzamiento de ladrillo, de Sangonera la Verde, que premió este año a los primeros clasificados
–hombres y mujeres– con cincuenta litros de cerveza. Y es que la cuestión, y
más como se ha puesto la vida, es arrojar lo que se tenga a mano. Como la escoba,
que se viene lanzando en las fiestas de Alcantarilla
desde hace unos años.
Aunque para original –y un poco
viscoso, eso sí– el concurso de lanzamiento de bígaros, que celebran
en un pueblo de la Bretaña francesa.
Tampoco está mal, en otro registro, el concurso de lanzamiento de portátiles,
ideal para curar la depresión posvacacional. La competición es originaria de Finlandia y su récord mundial está ya
en más de 94 metros. Los fineses, que tendrán la
educación más envidiada, pero también tienen unos brutos de aúpa, celebran otro
concurso de acarrear a la esposa. Eso sí, la damisela no puede pasar de los
cincuenta kilos. Menos mal.
Desde que tenemos uso de
razón nos encanta arrojar lo que sea. Primero para llamar la atención. Cuando
ya somos adultos, y no podemos lanzar al jefe por la ventana, cualquier cosa es
bienvenida. Todo por soltar la mala leche que llevamos dentro.
Pero no conviene llegar a la
exageración de los americanos, que hasta hace veinticinco años lanzaban enanos
en los bares. Así, cuanto mayor era la cogorza, en los garitos de Florida arrojaban con mayor saña al
hombre bala contra una pared. Con casco, eso sí. Y aunque lo prohibieron por
su crueldad, y por el riesgo de dejar parapléjico al proyectil humano, hace un
par de años hubo un congresista, Ritch
Workman, que pedía su legalización para combatir el desempleo.
En España,
ahora mismo, ese deporte tendría sus adeptos. Y no precisamente lanzando
enanos, que bastantes problemas tienen en una sociedad tan despiadada como
la nuestra. Yo, como soy poco violento, me apuntaría a una catarsis del tomatazo, como en Buñol. Pero, eso sí, poniendo perdido a más de
uno, de traje y corbata, que todos conocemos.
jueves, 29 de agosto de 2013
Más pobres y cada día más idiotas
Cuanto más pobres, más tontos somos. Así de crudo lo
ve un grupo de investigadores de Reino
Unido, Canadá y Estados Unidos, que acaban de presentar sus conclusiones en la revista Science.
Ahora se explica que, desde 2008, hayamos ido de mal en peor y esto acabe
siendo la conjura de los necios.
lunes, 26 de agosto de 2013
Nos encanta ir por la patilla
Cómo nos gusta ir de gañote
y comer por la patilla. Así somos los españoles. Por eso, cuando los
constructores eran los reyes del mambo, y veían que compraban favores,
empezaron a regalar los periódicos. Pero el
ladrillo acabó por ahogarnos y nos lanzamos a
Internet. Muerta la prensa de papel, agoniza una profesión de pobretones y gente
de mal vivir.
Lo de ir por la cara es que
nos pone. Y mucho. Si es que algunas de nuestras abuelas ya eran expertas
–muchas, también por necesidad– en el arte de merendar gratis. Vamos, todo un
clásico. Ya fuera en presentaciones de libros decentes o en pestiños
impresentables, qué más daba, el caso era no rascarse el bolsillo y volver
cenadas a casa.
Por eso, ahora cuesta tanto
reunir a la familia, y a cuatro gatos más, en cualquier acto cultureta. Y es que el personal sigue
añorando aquellos canapés que eran gloria bendita. Y que prolongaban la
tertulia en torno al artista, aunque la novela resultara infumable.
Desde que Solchaga inventara hace treinta años lo
de viajar gratis total en Transmediterránea, que también
sufragaba el paganini de siempre, es que nos va la marcha. Así, empezamos
colándonos en las bodas y nos dio por elegir a los alcaldes sólo porque montaban
unas fiestas de aquí te espero. Y todo para terminar viviendo en un inmenso
parque temático, carísimo, que estamos pagando con una clausula suelo por las
nubes.
España
fue, durante siglos, un país de muertos de hambre. Y de repente creyó que
nadaba en la abundancia. Pero es que ahora –con Caritas que no da abasto– seguimos tirando comida fresca al cubo de
la basura. Aunque, si podemos, nos escaqueamos a la hora de pagar la ronda en
el bar porque no llegamos a final de mes. Si es que no hay quien nos entienda.
Por eso, tenemos los políticos que nos merecemos. Y ellos, como son más listos,
se van de rositas.
miércoles, 21 de agosto de 2013
Un maquinista en el país de los escaqueados
Vivimos en un país de
escaqueados, donde la culpa de nuestras desgracias siempre es de otro. Así, los
de ADIF –la dueña de las vías por
las que circulan nuestros trenes– dicen que no saben quién era responsable de
la seguridad en el tramo donde descarriló el tren de Santiago. Vamos, que se ponen a echar balones fuera, cuando hay 79
muertos y más de 150 heridos.
viernes, 16 de agosto de 2013
Hagamos parques temáticos con las calles que no queremos
Vivimos en un mundo donde ya no caben más
frikis y morbosos. Por eso, los políticos, en lugar de andar cambiando los nombres
de las calles, deberían agruparlos por barrios. Así, crearían itinerarios
turísticos muy rentables, por ejemplo, con los militares golpistas. Pero nada,
que no aprenden.
Y resulta que la penúltima ocurrencia –en
este país no tenemos límite– viene de Sitges.
Allí, como a los concejales de Convergencia
i Uniò les da un sarpullido cada vez que alguien pronuncia el nombre de España, han decidido que el Estado maltratador ya no tendrá su plaza.
Otros pueblos de Cataluña, como Calella o El Perelló también están enviando al cubo de la basura las placas
de calles como Constitución y Juan Carlos I. Y es sólo el principio.
Si es que no aprenden. Porque, al mismo
tiempo que practican ese deporte tan ibérico que es meter el dedo en el ojo del
vecino, podrían sacar un beneficio económico. Y ya que somos un desastre como Estado, deberíamos rentabilizar nuestra mala leche.
Así, a un barrio de Sitges, por ejemplo, podrían llevarse las calles España, Constitución y Juan Carlos I.
Y crearían vías aledañas –también cogiendo parte de otras existentes– con los
nombres de Iñaki Urdangarin, Luis Bárcenas, Gerardo Díaz Ferrán o ERE de Andalucía.
De esta manera, se crearían parques
temáticos, con unos guías que tendrían su trabajo asegurado durante todo el
año. Como guinda, en cada Centro de Interpretación del Maltrato Español
se proyectarían audios con perlas cultivadas de Rajoy y Zapatero. Y, para
darle colorido, no faltarían los videos con los mejores goles de Messi al Real Madrid y de Brasil
a La Roja.
También tendría su calle Alternativa por Alemania, un nuevo partido que aboga por echar a España del Euro, con excepción de Cataluña
y Euskadi, que tiene su gracia. Y asimismo
habría una calle llamada Julie Girling,
la eurodiputada británica que pide el boicot turístico a España.
Aunque la plaza principal, por encima de todas y con
quiosco de música incluido, sería para Gibraltar. Así, Artur Mas
podría inaugurar una en cada pueblo de Cataluña,
dando abrazos y firmando autógrafos junto a Fabian Picardo, ese gran
estadista que gobierna La Roca.
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