jueves, 3 de octubre de 2013

Nos quieren ludópatas y majaretas

 
Nos van a volver locos. Por un lado, las autoridades dicen que hagamos deporte y nos alimentemos sano. Pero en Barcelona, dentro de los autobuses urbanos van a vender chucherías y chocolatinas. También nos advierten de que el tabaco, además de muy malo, es cosa de tontos. Aunque la Comunidad de Madrid se fuma un puro, y los que hagan falta, con tal de instalar EuroVegas.
 
Y es que, por la pasta, todo vale. Como fomentar una ludopatía en Internet a la que ya están enganchados más de un millón de españoles. Y eso que jugar también es malo, pero Montoro –una especie de tío Gilito posmoderno y chuleta– echa cuentas, cada vez que puede, con todo aquello que se mueve. Y si el dinero procede del vicio, qué más da.
 
Precisamente, si algo se menea es el negocio del fútbol. Dentro y fuera de los estadios. Con deportistas sobre el césped que anuncian sin problema empresas de apuestas on line. Y en la tribuna de prensa tampoco se quedan cortos. Porque, mientras comentan el partido, los periodistas radiofónicos animan a apostar por el resultado final, quién marcará el próximo gol y lo que haga falta.
 
A la propia ministra de Sanidad, que no tiene inconveniente en buscar un apaño para Eurovegas, tampoco parece importarle la salud mental de los españoles. Y es que, solamente en 2012 –el año que se regularizó el juego on line en España– la Unidad de Juego Patológico del Hospital de Bellvitge, en Barcelona, tuvo un aumento del 13% en las consultas por adicción a los juegos de azar en Internet.
 
Como dentro de poco no va a quedar un español sin teléfono inteligente o tablet, desde los que poder engancharse a una casa de apuestas, la de psiquiatra es una profesión con futuro. Pero habrá que mirar el lado positivo. Y, de perdidos, al río. Como el Gobierno, que está obsesionado con recaudar impuestos.
 
Aunque, a fuerza de creerse el cuento de la lechera al fomentar nuestra ludopatía, tiene mosqueado al sector de las apuestas por Internet. Y es que, los que tributan en España, dicen que pagan demasiados impuestos. Será que, después de volvernos a todos majaretas, también piensan largarse a Gibraltar.

viernes, 27 de septiembre de 2013

España, ese país que no mueve el culo

 
Cuatro de cada diez españoles sólo se mueven para ir del frigorífico al sofá. Y es que no hay quien nos entienda. Porque nos pasamos la vida quejándonos de lo mal que está la cosa y, en lugar de salir corriendo, nos tiramos al sillón en cuanto podemos. Y, como nuestro ejemplo a seguir es Homer Simpson, resulta que la cuarta parte de los niños de cinco y seis años padece sobrepeso.
 
Ya sabíamos que nos espera una vejez para echarse a templar. Pobres, desahuciados y sin acordarnos de la última vez que cobramos una nómina. Pero es que ahora resulta que estaremos gordos, con el colesterol por las nubes y los músculos atrofiados. Y eso por no mover el culo.
 
Si es que ya no vamos ni al cine, entre otras cosas porque se ha puesto para ricos. Y los campos de fútbol están que dan pena, medio vacíos. Porque hay que colarse, o estar una semana comiendo sopas de ajo, para decirle cuatro cosas a Cristiano Ronaldo. Y aunque el Gobierno sigue empeñado en meternos en cintura, con su obsesión por los impuestos, el personal ya ni se mueve.
 
Tenemos el coche parado, porque no hay quien eche gasolina. Y la bicicleta está para los valientes. Porque ya el año pasado un estudio de la Fundación Mapfre revelaba que lideramos el ranking de ciclistas muertos en carretera.
 
Si a esto le sumamos que el transporte público es un desastre en muchos lugares de España dan ganas de no salir del salón de casa. Y es que la tasca, donde antes arreglábamos el mundo, ya no se puede ni pisar.
 
Porque fue decir Zapatero que se tomaba el cafelito a 80 céntimos y empezar a subir como la espuma. Así, en cuatro años, y con la ayuda del Gobierno, nuestros alcaldes y presidentes autonómicos, han cerrado en España más de 70.000 bares.
 
De manera que el botellón, lo mismo que el tupper en el curro, se está quedando como alternativa para hablar de fútbol. Aunque, dentro de poco, ni eso. Porque este último año, y sólo en Madrid, ya le han caído al personal 18.000 multas por consumir alcohol en la calle.
 
Y es que el botellón, a este paso, se va a quedar para las fiestas de bienvenida universitaria. Dentro de un corralito, como los columpios de los niños.
 

martes, 24 de septiembre de 2013

Como somos unos guarros, a pagar por mear


A este paso, nos cobrarán hasta por respirar. De momento, lo van a hacer por mear en la madrileña estación de Atocha. Y todo se andará, puesto que ADIF –tristemente conocida por el accidente de Santiago– ha adjudicado el servicio a una empresa holandesa. Y como estos son tan eficientes, pues habrá que echarse a temblar. O, como diría un castizo, salir de casa meado y cagado. Aunque la culpa la tenemos nosotros, que lo ponemos todo perdido.
 
Para colmo, y al paso que vamos, allí donde no cobren por aliviarnos, tendremos que hacerlo a oscuras. Porque el Gobierno ha decidido alegrarnos la vida, desde el 1 de octubre, con otro estacazo al recibo de la luz. Ahora, nos van a sablear un 3,1% más.
 
Quien piense que con él no va lo de pagar por orinar, y que para eso está la calle, se puede ir atando los machos. O abrochándose la bragueta. Porque la cosa se pone seria. En Salamanca, por ejemplo, desaguar en la vía pública puede salir por 150 euros. Y la multa se dobla si el desconsiderado orina en una zona catalogada como espacio patrimonial, que tratándose de esa ciudad castellana resulta bastante normal.
 
En Zaragoza hasta no hace mucho, al meón le podían caer una multa de hasta 1.500 euros, que se sustituía por una prestación de servicios sociales, alternativa que se ofrece en bastantes ciudades.
 
En la cruzada contra el guarro, el Ayuntamiento asturiano de Pola de Lena castiga con 750 euros a los que escupen en la vía pública. Pero es que la Federación Española de Municipios y Provincias ya pidió hace tiempo que cada esputo en la calle salga por 1.500 euros. Vamos, lo mismo que una incontinencia severa.
 
Falta por ver si algún alcalde instala detectores de pises en las piscinas públicas. Eso también se andará, viendo la experiencia del Ayuntamiento de Lepe, que aprobó una ordenanza en 2012 para castigar a los que orinaban en la playa. 750 euros del ala, nada menos. Claro, que a ver quién recoge las pruebas en mitad del mar.

En fin, somos así. Nosotros, unos guarros. Los que mandan, además de sucios, disparatados.



 

jueves, 19 de septiembre de 2013

¡Cómo nos gusta copiar en los exámenes!

 
Además de escaqueados, somos unos tramposos. Por eso, las universidades públicas de Navarra y Cantabria obligan a sus alumnos a firmar una declaración prometiendo no hacer chuletas. Y es que la mitad de los universitarios, según publica El País, reconocen haber copiado en los exámenes.
 
Pero es que seis de cada diez se jactan de haber plagiado sus trabajos en Internet. Como además de escaqueados y tramposos somos unos mentirosos de cuidado, el personal firma lo que haga falta. Luego, como Rajoy, si te he visto no me acuerdo. 
 
Porque ya no puedes fiarte ni de los nuevos policías. Por lo menos, en Barcelona, donde hace un par de meses tuvieron que repetir unas pruebas de acceso a la Guardia Urbana. Resulta que hasta se consintió el uso de móviles y Ipads para buscar las respuestas en Google. Y todavía habría quien suspendiera.
 
Desde que al piloto Dani Pedrosa le colocaran con un pinganillo, en unos exámenes para patrón de barco, todo vale. Sólo falta que aparezca ahora un antiguo compañero de Susana Díaz, la presidenta de Junta de Andalucía, diciendo que, además de tirarse diez años para acabar la carrera, también le daba a la chuleta.
 
Y es que, como somos unos espabilados, con la ayuda de las nuevas tecnologías hemos creado una industria del copieteo. Porque ya tenemos hasta micropymes de la chuleta electrónica en las universidades. A este paso, acabarán por convertirse en instituciones como los tunos, a quienes, por cierto, no les interesa lo más mínimo aprobar. Y, como España es un chollo para los vendedores de pinganillos y micrófonos, así se explica que las agencias de detectives se hayan multiplicado.
 
A la hora de copiar, o sacarnos un carnet sin ir a clase, es que somos únicos. Si no, que se lo digan a Alejandro Sanz o Sofía Mazagatos –la del candelabro-, a los que hace quince años engancharon con carnés de conducir fraudulentos que habían obtenido en Gibraltar. Junto a ellos, la Guardia Civil colocó a otros 1.800 conductores.
 
Vamos, que lo nuestro viene de tradición y deberíamos estar curados de espanto. Aunque, eso sí, mucho cuidado quien lleve un marcapasos porque los inhibidores anti pinganillo pueden darle un susto. Y es que eso de copiar, aunque nos ponga mucho, también tiene efectos secundarios.

martes, 17 de septiembre de 2013

Bárcenas da envidia a los estudiantes sin beca

 
Como el Gobierno siga recortando las becas, y aparezcan más imágenes de Bárcenas en la trena, las cárceles se van a llenar de estudiantes. No hay más que ver en La Sexta al ex tesorero de Rajoy para que le dé envidia a más de uno.
 
En una mesa, lustroso, con su polo reluciente y escribiendo en un cuaderno. Así da gusto. Y nada de aulas saturadas, sin calefacción en invierno y con profesores más quemados que la caja B del PP. Y, encima, una carrera te puede salir gratis. A tu bola y por la Universidad a Distancia.
 
El trullo, desde que lo han conocido algunos políticos y banqueros, no es lo que era. Ya ni el penal de Alcatraz, que hace tiempo se convirtió en atracción turística en la bahía de San Francisco. Así que nuestras cárceles, nada.
 
Por eso, no es de extrañar que Bárcenas se fume, a cuenta de los 5.000 euros que se ventila al mes en gastos corrientes, un puro detrás de otro. Tan pancho, de palique con los colegas, como si estuviera entre clase y clase en la facultad.
 
A este paso, los malos le van a pedir al juez, antes de ser condenados, un viaje a Soto del Real. Así podrán decir que también oyeron misa en el mismo sitio que el ex tesorero popular. Y que, en el patio, pusieron su culo donde antes se sentó Bárcenas, el de los 47 millones en cuentas suizas.
 
Con tanto empresario mangante, empezando por Díaz Ferrán, y siguiendo con la legión de banqueros que se han ido de rositas, el pelotazo vuelve a estar de moda. Más bien, nunca dejó de estarlo. Pero es que ahora, hasta la Fiscalía del Estado reconoce que durante el último año se han disparado los delitos cometidos por administradores de empresas, entidades financieras y fundaciones.
 
Desde luego, no es de extrañar que Bárcenas sea el ídolo de los presos. Y la envidia de todos nosotros. Porque, total, después de una temporada en el maco sabemos que saldrá a la calle para disfrutar de la vida.
 
Como Javier de la Rosa, que sigue dándose garbeos con su chófer por Barcelona. O Luis Roldán, que acabó casándose con una rusa a la que conoció por Internet, ese medio donde ahora triunfa como tuitero Mario Conde, otro ilustre inquilino de Soto del Relax.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Barcelona nos pide 20 euros a cada uno para otra olimpiada

 
Los políticos catalanes que impulsan las Olimpiadas de Invierno Barcelona Pirineu 2022, pretenden sacarnos –a cada uno de los españoles– casi 20 euros por cabeza para organizar su sarao. Resulta que, según la propuesta preliminar –revelada por el diario El Mundo– más de la mitad de las inversiones necesarias van a salir de nuestros bolsillos. Así, cualquiera.
 
Pues sí, la pasta tiene que salir de esos españoles con lo que la casta política catalana no quiere saber nada. Y cuya Vía por la Independencia ha sido respaldada por centenares de miles de personas. Y como de Finisterre al Cabo de Gata y de Santander a Sanlúcar de Barrameda somos sadomasoquistas perdidos, aceptaremos el nuevo latigazo. Total, después de la humillación del café con leche de Buenos Aires, tragamos con todo.
 
Porque, por ejemplo, los uniformes que lucieron el Príncipe, Rajoy, Ana Botella, y el resto de autoridades que nos representaron ante los miembros del Comité Olímpico Internacional, costaron cerca de 42.000 euros. Lo que supone la vuelta al cole, según la OCU, de 22 alumnos de Primaria y Secundaria. Curiosamente, el mismo número de medallas que nuestros atletas ganaron en Barcelona 92. Claro, que en aquellos tiempos los políticos catalanes todavía no se había echado al monte. Y los españoles de a pie seguíamos en lo alto del guindo, creyendo que esto era jauja.
 
Pero hay que conservar la calma. Porque nuestros dirigentes sólo piensan en el bien común. Como José María Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo, que lleva la friolera de 24 años en el cargo. Y qué decir del vocacional Ángel María Villar, el presidente de la Federación Española de Fútbol, que este año cumple sus bodas de plata en la millonaria poltrona.
 
Ya lo decía Bale, el hombre de los 100 millones de euros, que hubiera venido gratis al Real Madrid. Y lo repetía Ozil, otro indigente futbolístico, que salió pitando a Londres para jugar en el Arsenal. Pues si son tan solidarios, podían haberse puesto a vender camisetas del Barça, de esas que llevan la bandera catalana y que fueron lo más visto en la macro manifa independentista del miércoles.
 
A Qatar Fundation no le hubiera importado repartir los beneficios, en la propia Barcelona, entre esos miles de niños que se acuestan cada noche con el estómago vacío.
 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Nos va el sadomasoquismo

 
Nos gusta recibir estopa. Y es que somos masoquistas. Por eso, un candidato a diputado en Alemania, del Partido Liberal, busca esclavos sexuales en Internet. Bajo el pseudónimo de Master HM, se describe como dominante y sádico. Aquí en España no le faltaría clientela.
 
Porque mira que nos dejan en pelotas, nos sacuden una y otra vez el bolsillo, despotricamos contra la casta política y acabamos votando, sumisos. Así, no es de extrañar que los españoles, según el último informe de la ONU, hayamos dejado de ser la alegría de la huerta.
 
Normal, y ahora resulta que son daneses, noruegos y suecos los que se parten de risa y disfrutan de la vida. Y, encima, a precio de saldo en nuestras playas, hinchándose a fritura de pescado y atendidos por camareros que no pasan de los 500 euros al mes.
 
Aunque para sadismo, el de los políticos portugueses, que no dejan de torturar a sus compatriotas. El penúltimo latigazo, un recorte del 10% en las pensiones de los funcionarios que reciben más de 600 euros al mes. Mientras tanto, Christine Lagarde, la dominatriz del Fondo Monetario Internacional que azuza un día sí y otro también nuestra tortura, se levanta más de 320.000 euros netos al año. Menuda madame.
 
Si es que no tenemos remedio. No hay más que ver a los universitarios novatos de los colegios mayores. Se dejan una pasta en la matrícula y, como bienvenida, tienen que aguantar un rosario de humillaciones. Por eso, como todo tiene un límite, se está produciendo una desbandada de titulados al extranjero. Y es que allí les darán cera, pero al menos les pagan.
 
Tan bajo hemos caído, y tanto nos hemos acostumbrado a que nos zurren la badana, que la Comunidad de Madrid sigue empeñada en que se fume en Eurovegas. Da igual que el tabaco mate o provoque malformaciones en los embarazos. Porque ahora resulta que se trata de un proyecto que, después del fracaso olímpico, tiene aún más relevancia.
 
Afortunadamente, después del mal café de la alcaldesa, los políticos manirrotos que nos gobiernan han decidido que Madrid no suplique una vez más ser ciudad olímpica. Para eso, ya está Tokio, que tiene unos cuantos barrios llenos de sumisas gheisas. Y esto, a los miembros del Comité Olímpico Internacional, empezando por Alberto de Mónaco, les debe poner a cien.
 

viernes, 6 de septiembre de 2013

Bárcenas, el nuevo rey de los pobres

 
El presidente del Congo, Denis Sassou, ha dejado 10.000 euros de aguinaldo en Carratraca, un pueblo de Málaga donde estuvo de vacaciones este agosto. Lo que se pule Bárcenas –para sus gastos corrientes– en apenas dos meses. Si es que sólo por eso, le tenía que caer un buen puro al ex tesorero de Rajoy.
 
Porque mientras Bárcenas le lloriquea al juez, porque no le va a quedar más remedio que fumarse los vulgares Farias de la cárcel, los 810 vecinos de la localidad malagueña están felices como perdices. Y es que, angelitos, van a tocan a 12,3 euros por persona. Vamos, lo que valen un puro Cohiba Maduro –de los más baratos, eso sí– y el Marca para acompañar.
 
Aunque el periódico deportivo –viendo con envidia la pasta que ganan Bale y Neymar– lo leerá gratis en el talego. También le podían pasar el libro de Kath Kelly, una británica que hace unos años se apostó con sus amigos que podría vivir con 1,3 euros al día y, encima, consiguió ganar un buen pico relatando su historia. Por unos tres euros, el pobre Bárcenas puede conseguirlo en Amazon.
 
Asimismo hay bloggeros, como Stefania Rossini, que dan ideas para que una familia sobreviva con cinco euros. Eso sí, hay que apuntarse a la dación en pago de la casa, y que el banco lo admita, además de olvidarse del BMW, el yate y el whisky de marca. Es lo que tiene ser pobre.
 
Resulta que mientras el antiguo jefe financiero del PP necesita 60.000 euros al año sólo para cubrir las necesidades de su casa, la media de las familias españolas se apañó en 2012 con 28.152 euros. Y ahí, según el Instituto Nacional de Estadística, incluimos todo. Desde los pañales del pequeño de la casa hasta las pastillas del abuelo que ya no cubre la Seguridad Social.
 
Bárcenas, sin embargo, debería ver el lado bueno de las cosas. Y es que, estando en el trullo, podrá estudiar una carrera por la cara. Debería apuntarse, por ejemplo, a Psicología y Trabajo Social. De paso, tendría que apadrinar a algún universitario que no puede hacer frente al subidón de las tasas.
 
Los rectores de las universidades públicas españolas, que ahora se han lanzado a buscar mecenas, se lo iban a agradecer. Ese reinsertado Bárcenas sería el nuevo rey de los pobres.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

El porno e ir de gañote unen a la humanidad

 
Estamos enganchados a Internet. Tanto que una de cada diez empresas españolas ya ha sancionado a algún trabajador por su adicción a las redes sociales y el correo electrónico. Y es que ya no nos cortamos un pelo. Así, el sesenta por ciento de las compras on line se realizan desde el curro. Y el que no se conecte a Facebook, o escriba un tuit en horario de oficina, acabará siendo un bicho raro.
 
Lo nuestro es puro vicio, aunque será difícil que superemos a los 5.000 empleados del Parlamento Británico, que entre mayo de 2012 y julio de este año visitaron 52.000 páginas destinadas a relaciones extra matrimoniales. Pues, vaya, los ordenadores de sus señorías, y el resto de empleados de tan noble institución, deberían echar humo.
 
Porque, según ha reconocido la propia Cámara de los Comunes, durante el mismo periodo de tiempo, se registraron nada menos que 300.000 intentos de acceso a páginas porno. Eso es un calentón colectivo y lo demás es cuento.
 
Para que luego nos quejemos de los concejales de Murcia que, durante un pleno, jugaban con su Ipad al tenis. Si es que, visto lo que hacen los honorables británicos, somos unos exagerados. Y lo llevamos al extremo de casi crucificar a dos diputados de la Asamblea de Madrid que, durante otra sesión plenaria, se dedicaban a darle al inocente Apalabrados.
 
Y es que en todos sitios cuecen habas. Que se lo digan a los asesores John McCain, senador norteamericano que fue aspirante a presidente. A éste le han pillado, esta semana mismo, jugando al póker en su iPhone, mientras se celebraba un debate sobre la intervención de Estados Unidos en Siria.
 
Menos cándido fue Simone di Cagno, diputado del partido de Berlusconi, a quien cazaron viendo a unas señoritas en ropa interior en pleno debate del Parlamento Italiano. Vamos, muy en la línea de su jefe.
 
No aprendemos. Pero podíamos escarmentar en cabeza ajena. Por ejemplo, pensando en una edil de Getafe cuya hija de 14 años se gastó 30.000 euros en 2008, a través de una tarjeta 3G de acceso a Internet del Ayuntamiento. La criatura no daba abasto a la hora de bajarse series de televisión y, claro, la cosa acabó como el rosario de la aurora. Esto es, con su madre llorando como una magdalena y pidiendo perdón.
 
Es que nos dan confianza y no frenamos. Y nos pasa como a ese concejal de Torrevieja que se pulió 2.500 euros en llamadas telefónicas en un año. Tanto se emocionó el hombre, con su flamante móvil pagado por el contribuyente, que acabó suscribiéndose a un canal porno en Internet. Porque el sexo e ir de gañote, Gibraltar aparte, nos une mucho a españoles y británicos. Y si hablamos de políticos, más.
 

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cuando nos ponemos brutos, no hay quien nos gane

 
Cuando nos ponemos bestias, damos miedo. Por eso, y para reforzar la candidatura olímpica, en Los Molinos, un pueblo de la Sierra de Madrid, le dieron este pasado fin de semana al brutathlon. Cinco disciplinas integraron la competición para chillarle al mundo que, con entrenamiento, somos unos bestias de cuidado.
 
Como estrellas del programa, el arrastre de traviesa, el volteamiento de rueda de tractor y el lanzamiento de bombona de butano. A poco que la Peña Los Zagales, que así se hacen llamar los madrileños del brutathlon, se hagan un poco de publicidad y mantengan vivo el bestial concurso, acabarán organizando su Campeonato Mundial. Como el de lanzamiento de hueso de oliva, de Cieza, que el año que viene cumple su vigésimo aniversario.
 
Tampoco tiene desperdicio el concurso de lanzamiento de ladrillo, de Sangonera la Verde, que premió este año a los primeros clasificados –hombres y mujeres– con cincuenta litros de cerveza. Y es que la cuestión, y más como se ha puesto la vida, es arrojar lo que se tenga a mano. Como la escoba, que se viene lanzando en las fiestas de Alcantarilla desde hace unos años.
 
Aunque para original –y un poco viscoso, eso sí– el concurso de lanzamiento de bígaros, que celebran en un pueblo de la Bretaña francesa. Tampoco está mal, en otro registro, el concurso de lanzamiento de portátiles, ideal para curar la depresión posvacacional. La competición es originaria de Finlandia y su récord mundial está ya en más de 94 metros. Los fineses, que tendrán la educación más envidiada, pero también tienen unos brutos de aúpa, celebran otro concurso de acarrear a la esposa. Eso sí, la damisela no puede pasar de los cincuenta kilos. Menos mal.
 
Desde que tenemos uso de razón nos encanta arrojar lo que sea. Primero para llamar la atención. Cuando ya somos adultos, y no podemos lanzar al jefe por la ventana, cualquier cosa es bienvenida. Todo por soltar la mala leche que llevamos dentro.
 
Pero no conviene llegar a la exageración de los americanos, que hasta hace veinticinco años lanzaban enanos en los bares. Así, cuanto mayor era la cogorza, en los garitos de Florida arrojaban con mayor saña al hombre bala contra una pared. Con casco, eso sí. Y aunque lo prohibieron por su crueldad, y por el riesgo de dejar parapléjico al proyectil humano, hace un par de años hubo un congresista, Ritch Workman, que pedía su legalización para combatir el desempleo.
 
En España, ahora mismo, ese deporte tendría sus adeptos. Y no precisamente lanzando enanos, que bastantes problemas tienen en una sociedad tan despiadada como la nuestra. Yo, como soy poco violento, me apuntaría a una catarsis del tomatazo, como en Buñol. Pero, eso sí, poniendo perdido a más de uno, de traje y corbata, que todos conocemos.

jueves, 29 de agosto de 2013

Más pobres y cada día más idiotas

 
Cuanto más pobres, más tontos somos. Así de crudo lo ve un grupo de investigadores de Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, que acaban de presentar sus conclusiones en la revista Science. Ahora se explica que, desde 2008, hayamos ido de mal en peor y esto acabe siendo la conjura de los necios.
 
Y es que, entre el disparatado Plan E de Zapatero, que nos dejó las aceras más caras de todo el universo, y la no menos alucinante política de plasma de Rajoy, han pasado cinco años en los que hay dos millones medio de parados más y los sueldos, de quienes tienen la suerte de cobrar todos los meses, no dejan de menguar. De los autónomos, para qué hablar.
 
Pues va a resultar que la Comisión Europea nos quiere más idiotas. Porque no dejan de reclamar que le metan otro hachazo a nuestra nómina. Les debe parecer una exageración los 500 euros que este verano, por jornadas de diez y doce horas, han estado cobrando muchos camareros de la costa.
 
Si es que los políticos de Bruselas son unos listos. Como Christine Lagarde, la bronceada directora gerente del Fondo Monetario Internacional, que se subió el sueldo un 11 por ciento nada más llegar al cargo. Y es que la buena señora se levanta 30.000 euros al mes, y parece que libres de impuestos.  Lo que ganan veintitrés empleados españoles medios. Y eso antes de que les descuenten la Seguridad Social y el IRPF, que ya nos vale. 
 
Y es que la pobreza consume las capacidades mentales, según el estudio de los científicos. Así que al ministro Wert no le va a quedar más remedio que bajar la nota para acceder a sus dichosas becas. Porque, ya lo sabemos, a más pobres, más torpes. 
 
Y, para colmo, España es el país de la Unión Europea –según la oficina comunitaria de estadística– donde hay un mayor porcentaje de personas con estudios superiores en riesgo de pobreza.
 
Pues sí que estamos buenos. Los inteligentes, buscándose la vida fuera de España. Los que seguimos aquí, y estudiamos una carrera, cada vez más lerdos. Y los listos de verdad, que esos sí que saben, metidos en política. Lo dicho, la conjura de los necios.

lunes, 26 de agosto de 2013

Nos encanta ir por la patilla

 
Cómo nos gusta ir de gañote y comer por la patilla. Así somos los españoles. Por eso, cuando los constructores eran los reyes del mambo, y veían que compraban favores, empezaron a regalar los periódicos. Pero el ladrillo acabó por ahogarnos y nos lanzamos a Internet. Muerta la prensa de papel, agoniza una profesión de pobretones y gente de mal vivir.
 
Es lo que tiene un país abonado, ahora a la fuerza, al low cost. Si es que hasta los aeropuertos empezaron a surgir como las setas en otoño porque casi se regalaban los billetes. Eso, a costa de subvencionar a compañías como Ryanair, que luego se ríen de los políticos.
 
Lo de ir por la cara es que nos pone. Y mucho. Si es que algunas de nuestras abuelas ya eran expertas –muchas, también por necesidad– en el arte de merendar gratis. Vamos, todo un clásico. Ya fuera en presentaciones de libros decentes o en pestiños impresentables, qué más daba, el caso era no rascarse el bolsillo y volver cenadas a casa.
Por eso, ahora cuesta tanto reunir a la familia, y a cuatro gatos más, en cualquier acto cultureta. Y es que el personal sigue añorando aquellos canapés que eran gloria bendita. Y que prolongaban la tertulia en torno al artista, aunque la novela resultara infumable.
Desde que Solchaga inventara hace treinta años lo de viajar gratis total en Transmediterránea, que también sufragaba el paganini de siempre, es que nos va la marcha. Así, empezamos colándonos en las bodas y nos dio por elegir a los alcaldes sólo porque montaban unas fiestas de aquí te espero. Y todo para terminar viviendo en un inmenso parque temático, carísimo, que estamos pagando con una clausula suelo por las nubes.
España fue, durante siglos, un país de muertos de hambre. Y de repente creyó que nadaba en la abundancia. Pero es que ahora –con Caritas que no da abasto– seguimos tirando comida fresca al cubo de la basura. Aunque, si podemos, nos escaqueamos a la hora de pagar la ronda en el bar porque no llegamos a final de mes. Si es que no hay quien nos entienda. Por eso, tenemos los políticos que nos merecemos. Y ellos, como son más listos, se van de rositas.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Un maquinista en el país de los escaqueados

 
Vivimos en un país de escaqueados, donde la culpa de nuestras desgracias siempre es de otro. Así, los de ADIF –la dueña de las vías por las que circulan nuestros trenes– dicen que no saben quién era responsable de la seguridad en el tramo donde descarriló el tren de Santiago. Vamos, que se ponen a echar balones fuera, cuando hay 79 muertos y más de 150 heridos.
 
Ahora la asesoría jurídica de ADIF dice que “está evaluando el auto, porque no está muy claro qué personas son las que el juez pide y se está viendo con el juzgado”. Y se quedan tan panchos. El caso es que, navegando por su página web, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) tiene, como corresponde, un ‘código ético y de conducta’.
 
Pues bien, en la página 8 del mencionado código ético –que puede descargarse en Internet– se asegura: “Somos responsables de nuestras acciones y hacemos, en cada momento, las cosas del mejor modo posible. Especialmente cuando interactuamos con quienes acuden a nosotros”.
 
En un país serio, los responsables de la seguridad tendrían nombre y apellidos desde el primer día. Además, Gonzalo Ferre, el presidente de ADIF, que es una empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento, no habría escurrido el trágico bulto. Y rendiría cuentas en el Parlamento.
 
Esperemos que el marrón de comparecer ante el juez no se lo endosen a un becario o a un holograma. Aunque, después de que el ayuntamiento británico de Brent haya sustituido a una recepcionista por una ilusión óptica, cualquier cosa es posible con tal de escaquearse.
 
Ya se sabe que los políticos –y el presidente de ADIF, además de funcionario en la excedencia, lo es– son auténticos profesionales en el arte de mirar para otro lado. Ferre, además, tiene una dilatada carrera como directivo en empresas públicas –como la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre o la Empresa Nacional de Autopistas–, así como en concesionarios y contratistas del Estado –como Itínere, Abertis y Sacyr Vallehermoso–.
 
Por eso, si el juez pretende llegar hasta él, va a tenerlo crudo. Y el maquinista, lo siguiente.

viernes, 16 de agosto de 2013

Hagamos parques temáticos con las calles que no queremos

Vivimos en un mundo donde ya no caben más frikis y morbosos. Por eso, los políticos, en lugar de andar cambiando los nombres de las calles, deberían agruparlos por barrios. Así, crearían itinerarios turísticos muy rentables, por ejemplo, con los militares golpistas. Pero nada, que no aprenden.
 
Y resulta que la penúltima ocurrencia –en este país no tenemos límite– viene de Sitges. Allí, como a los concejales de Convergencia i Uniò les da un sarpullido cada vez que alguien pronuncia el nombre de España, han decidido que el Estado maltratador ya no tendrá su plaza. Otros pueblos de Cataluña, como Calella o El Perelló también están enviando al cubo de la basura las placas de calles como Constitución y Juan Carlos I. Y es sólo el principio.
 
Si es que no aprenden. Porque, al mismo tiempo que practican ese deporte tan ibérico que es meter el dedo en el ojo del vecino, podrían sacar un beneficio económico. Y ya que somos un desastre como Estado, deberíamos rentabilizar nuestra mala leche. 
 
Así, a un barrio de Sitges, por ejemplo, podrían llevarse las calles España, Constitución y Juan Carlos I. Y crearían vías aledañas –también cogiendo parte de otras existentes– con los nombres de Iñaki Urdangarin, Luis Bárcenas, Gerardo Díaz Ferrán o ERE de Andalucía
 
De esta manera, se crearían parques temáticos, con unos guías que tendrían su trabajo asegurado durante todo el año. Como guinda, en cada Centro de Interpretación del Maltrato Español se proyectarían audios con perlas cultivadas de Rajoy y Zapatero. Y, para darle colorido, no faltarían los videos con los mejores goles de Messi al Real Madrid y de Brasil a La Roja.
 
También tendría su calle Alternativa por Alemania, un nuevo partido que aboga por echar a España del Euro, con excepción de Cataluña y Euskadi, que tiene su gracia. Y asimismo habría una calle llamada Julie Girling, la eurodiputada británica que pide el boicot turístico a España
 
Aunque la plaza principal, por encima de todas y con quiosco de música incluido, sería para Gibraltar. Así, Artur Mas podría inaugurar una en cada pueblo de Cataluña, dando abrazos y firmando autógrafos junto a Fabian Picardo, ese gran estadista que gobierna La Roca.