Ahora
resulta que los jóvenes españoles se
están buscando la vida en el extranjero
por su espíritu intrépido. A esa conclusión parece haber llegado la directora
general de Emigración e Inmigración,
Marina del Corral, quien durante la presentación
de un informe dijo hoy que “el impulso
aventurero de la juventud” es un factor que explica la huida de titulados y
expertos cualificados.
Por lo que
se ve, los más de 300.000 jóvenes que
habían hecho las maletas entre 2008 y principios de este año, con la esperanza
de encontrar un mejor futuro, son los Indiana
Jones del siglo XXI. Vamos, unos auténticos JESIP (jóvenes emigrantes sobradamente intrépidos y preparados).
Pues no deja
de sorprender que la responsable gubernamental califique de “desvirtuados” los
discursos que apuntan a que la desbandada
de cerebros que sufrimos se deba exclusivamente a la crisis. Y es que, con
una tasa de paro juvenil que supera
el 53%, según los últimos datos oficiales sólo por detrás de la hundida Grecia, la tentación de salir corriendo
es evidente.
Pero... ¿No
habíamos quedado en que los españoles pecábamos de falta de movilidad laboral? ¿Y es qué ahora a nuestros
jóvenes, así de repente, les ha dado por descubrir el mundo?
Recordando
los resultados del último estudio de la Fundación
Conocimiento y Desarrollo (CYD), que dirige Ana Patricia Botín, según el cual los parados con título universitario desde 2007 se han multiplicado por
tres, no hay más remedio que relacionar el espíritu viajero con la necesidad de
ganarse la vida. Habrá que ver el lado bueno y pensar, según la teoría de la
directora general, que con más de un
millón de titulados universitarios cruzados de brazos aquí, tendríamos
otros tantos exploradores dando brillo a nuestra España.
Solo falta
animarles un poco más y así bajaremos las listas del paro. A ver si ésa es la estrategia secreta de Rajoy para reducir el desempleo. Porque, ya puestos,
deberíamos ir situando a nuestros aventureros en los lugares clave de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia e incluso China. Así, podríamos volver a crear un nuevo imperio virtual donde no se vuelva a poner el sol.
La secretaria
general también ha insistido en que es “esencialmente positivo” que los españoles con cualificación laboral “hayan
dejado por fin de ser locales” para ponerse “a la altura de los trabajadores de
nuestros socios europeos en cuanto a proyección internacional”.
Lo dicho,
vamos a intentar que ese millón largo de titulados se larguen y, eso sí,
vuelvan en verano, a bordo de automóviles
alemanes de alta gama, para dejar parte de sus ganancias en nuestros chiringuitos y restaurantes de la playa.
Esto evoca
peligrosamente a los tiempos más oscuros de Cuéntame. Yo, por si acaso, ya tengo preparadas las maletas.
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