martes, 20 de noviembre de 2012

El Congreso, cerrado para los ciudadanos



Después de los recortes, el brutal aumento de impuestos y el caos de los desahucios, como colofón al primer Año Mariano, ayer nos enteramos de que este próximo diciembre no habrá jornada de puertas abiertas en el Congreso de los Diputados. Y es que la crisis se está llevando por delante hasta las imágenes más entrañables de nuestro sistema político.

Aunque, claro, después de ver al Rey posando con los elefantes abatidos de Botswana y a su yerno, acorralado por la Justicia –a quien el fiscal anticorrupción solicitará, según apuntó la Agencia Efe una fianza de casi 8,2 millones–, pocas cosas pueden sorprendernos ya.

Pero, con lo entrañable que era la imagen de José Bono o Manuel Marín, por hablar de los dos últimos presidentes de la Cámara Baja, recibiendo a los primeros visitantes del Congreso –a las puertas del edificio– solícitos ante las cámaras de televisión y sonriendo a los fotógrafos, muchos vamos a estar embargados por la nostalgia.

El caso es que hasta la suspensión de la jornada de puertas abiertas –que se venía celebrando de manera ininterrumpida desde 1997– viene acompañada de cierta polémica. Y también hay dudas, más que razonables, de que las obras de rehabilitación a que será sometido el histórico Palacio de las Cortes no son sino una excusa para evitar protestas de ciudadanos. Es el signo de unos tiempos en los que ya no parece respetarse nada ni a nadie.

En este sentido, y aunque Jesús Posada –el actual presidente– desvinculara la decisión de la ola de protestas que se vienen realizando desde septiembre alrededor del Congreso, los socialistas han expresado sus dudas. De ahí, que ayer leyéramos, por ejemplo en la edición digital de El País, que Soraya Rodríguez, portavoz parlamentaria del PSOE, considera “fatal y sospechoso” que los trabajos se inicien precisamente ahora. 

ABC, que en su periódico en Internet dedicó un espacio destacado a la noticia, prefirió obviar la polémica y se centró en el ahorro que traerá aparejada la suspensión del acto. Así, el diario de Vocento titula que “el Congreso se ahorrará 100.000 euros en publicidad al no celebrar puertas abiertas”. Asimismo, subraya que “las obras impiden que este año se convoquen unas jornadas con un coste que superaría los 200.000 euros en total”.

Todo lo que sea ahorro, ya que se ha cortado de raíz un acto tan entrañable, debemos darlo por bueno. Pero, claro, tampoco estaría de más que los diputados por otras circunscripciones ajenas a Madrid, pero que disponen de casa en la capital, dejen de cobrar un extra mensual de 1.823 euros.

Aunque ese dispendio –pese a las 150.000 firmas de ciudadanos pidiendo la eliminación del absurdo privilegio– no ha merecido la consideración de sus señorías, según recogía ayer El Confidencial.com.

Por cierto, de este asunto no hemos leído ni escuchado ninguna crítica de la portavoz parlamentaria del PSOE. Qué casualidad.

 

2 comentarios:

  1. Qué interesante las noticias contrastadas de varias fuentes

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    1. En cuanto a los periódicos, cuántos más se lean mejor. Hay muchas formas de ver la realidad. Gracias.

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