jueves, 29 de agosto de 2013

Más pobres y cada día más idiotas

 
Cuanto más pobres, más tontos somos. Así de crudo lo ve un grupo de investigadores de Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, que acaban de presentar sus conclusiones en la revista Science. Ahora se explica que, desde 2008, hayamos ido de mal en peor y esto acabe siendo la conjura de los necios.
 
Y es que, entre el disparatado Plan E de Zapatero, que nos dejó las aceras más caras de todo el universo, y la no menos alucinante política de plasma de Rajoy, han pasado cinco años en los que hay dos millones medio de parados más y los sueldos, de quienes tienen la suerte de cobrar todos los meses, no dejan de menguar. De los autónomos, para qué hablar.
 
Pues va a resultar que la Comisión Europea nos quiere más idiotas. Porque no dejan de reclamar que le metan otro hachazo a nuestra nómina. Les debe parecer una exageración los 500 euros que este verano, por jornadas de diez y doce horas, han estado cobrando muchos camareros de la costa.
 
Si es que los políticos de Bruselas son unos listos. Como Christine Lagarde, la bronceada directora gerente del Fondo Monetario Internacional, que se subió el sueldo un 11 por ciento nada más llegar al cargo. Y es que la buena señora se levanta 30.000 euros al mes, y parece que libres de impuestos.  Lo que ganan veintitrés empleados españoles medios. Y eso antes de que les descuenten la Seguridad Social y el IRPF, que ya nos vale. 
 
Y es que la pobreza consume las capacidades mentales, según el estudio de los científicos. Así que al ministro Wert no le va a quedar más remedio que bajar la nota para acceder a sus dichosas becas. Porque, ya lo sabemos, a más pobres, más torpes. 
 
Y, para colmo, España es el país de la Unión Europea –según la oficina comunitaria de estadística– donde hay un mayor porcentaje de personas con estudios superiores en riesgo de pobreza.
 
Pues sí que estamos buenos. Los inteligentes, buscándose la vida fuera de España. Los que seguimos aquí, y estudiamos una carrera, cada vez más lerdos. Y los listos de verdad, que esos sí que saben, metidos en política. Lo dicho, la conjura de los necios.

lunes, 26 de agosto de 2013

Nos encanta ir por la patilla

 
Cómo nos gusta ir de gañote y comer por la patilla. Así somos los españoles. Por eso, cuando los constructores eran los reyes del mambo, y veían que compraban favores, empezaron a regalar los periódicos. Pero el ladrillo acabó por ahogarnos y nos lanzamos a Internet. Muerta la prensa de papel, agoniza una profesión de pobretones y gente de mal vivir.
 
Es lo que tiene un país abonado, ahora a la fuerza, al low cost. Si es que hasta los aeropuertos empezaron a surgir como las setas en otoño porque casi se regalaban los billetes. Eso, a costa de subvencionar a compañías como Ryanair, que luego se ríen de los políticos.
 
Lo de ir por la cara es que nos pone. Y mucho. Si es que algunas de nuestras abuelas ya eran expertas –muchas, también por necesidad– en el arte de merendar gratis. Vamos, todo un clásico. Ya fuera en presentaciones de libros decentes o en pestiños impresentables, qué más daba, el caso era no rascarse el bolsillo y volver cenadas a casa.
Por eso, ahora cuesta tanto reunir a la familia, y a cuatro gatos más, en cualquier acto cultureta. Y es que el personal sigue añorando aquellos canapés que eran gloria bendita. Y que prolongaban la tertulia en torno al artista, aunque la novela resultara infumable.
Desde que Solchaga inventara hace treinta años lo de viajar gratis total en Transmediterránea, que también sufragaba el paganini de siempre, es que nos va la marcha. Así, empezamos colándonos en las bodas y nos dio por elegir a los alcaldes sólo porque montaban unas fiestas de aquí te espero. Y todo para terminar viviendo en un inmenso parque temático, carísimo, que estamos pagando con una clausula suelo por las nubes.
España fue, durante siglos, un país de muertos de hambre. Y de repente creyó que nadaba en la abundancia. Pero es que ahora –con Caritas que no da abasto– seguimos tirando comida fresca al cubo de la basura. Aunque, si podemos, nos escaqueamos a la hora de pagar la ronda en el bar porque no llegamos a final de mes. Si es que no hay quien nos entienda. Por eso, tenemos los políticos que nos merecemos. Y ellos, como son más listos, se van de rositas.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Un maquinista en el país de los escaqueados

 
Vivimos en un país de escaqueados, donde la culpa de nuestras desgracias siempre es de otro. Así, los de ADIF –la dueña de las vías por las que circulan nuestros trenes– dicen que no saben quién era responsable de la seguridad en el tramo donde descarriló el tren de Santiago. Vamos, que se ponen a echar balones fuera, cuando hay 79 muertos y más de 150 heridos.
 
Ahora la asesoría jurídica de ADIF dice que “está evaluando el auto, porque no está muy claro qué personas son las que el juez pide y se está viendo con el juzgado”. Y se quedan tan panchos. El caso es que, navegando por su página web, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) tiene, como corresponde, un ‘código ético y de conducta’.
 
Pues bien, en la página 8 del mencionado código ético –que puede descargarse en Internet– se asegura: “Somos responsables de nuestras acciones y hacemos, en cada momento, las cosas del mejor modo posible. Especialmente cuando interactuamos con quienes acuden a nosotros”.
 
En un país serio, los responsables de la seguridad tendrían nombre y apellidos desde el primer día. Además, Gonzalo Ferre, el presidente de ADIF, que es una empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento, no habría escurrido el trágico bulto. Y rendiría cuentas en el Parlamento.
 
Esperemos que el marrón de comparecer ante el juez no se lo endosen a un becario o a un holograma. Aunque, después de que el ayuntamiento británico de Brent haya sustituido a una recepcionista por una ilusión óptica, cualquier cosa es posible con tal de escaquearse.
 
Ya se sabe que los políticos –y el presidente de ADIF, además de funcionario en la excedencia, lo es– son auténticos profesionales en el arte de mirar para otro lado. Ferre, además, tiene una dilatada carrera como directivo en empresas públicas –como la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre o la Empresa Nacional de Autopistas–, así como en concesionarios y contratistas del Estado –como Itínere, Abertis y Sacyr Vallehermoso–.
 
Por eso, si el juez pretende llegar hasta él, va a tenerlo crudo. Y el maquinista, lo siguiente.

viernes, 16 de agosto de 2013

Hagamos parques temáticos con las calles que no queremos

Vivimos en un mundo donde ya no caben más frikis y morbosos. Por eso, los políticos, en lugar de andar cambiando los nombres de las calles, deberían agruparlos por barrios. Así, crearían itinerarios turísticos muy rentables, por ejemplo, con los militares golpistas. Pero nada, que no aprenden.
 
Y resulta que la penúltima ocurrencia –en este país no tenemos límite– viene de Sitges. Allí, como a los concejales de Convergencia i Uniò les da un sarpullido cada vez que alguien pronuncia el nombre de España, han decidido que el Estado maltratador ya no tendrá su plaza. Otros pueblos de Cataluña, como Calella o El Perelló también están enviando al cubo de la basura las placas de calles como Constitución y Juan Carlos I. Y es sólo el principio.
 
Si es que no aprenden. Porque, al mismo tiempo que practican ese deporte tan ibérico que es meter el dedo en el ojo del vecino, podrían sacar un beneficio económico. Y ya que somos un desastre como Estado, deberíamos rentabilizar nuestra mala leche. 
 
Así, a un barrio de Sitges, por ejemplo, podrían llevarse las calles España, Constitución y Juan Carlos I. Y crearían vías aledañas –también cogiendo parte de otras existentes– con los nombres de Iñaki Urdangarin, Luis Bárcenas, Gerardo Díaz Ferrán o ERE de Andalucía
 
De esta manera, se crearían parques temáticos, con unos guías que tendrían su trabajo asegurado durante todo el año. Como guinda, en cada Centro de Interpretación del Maltrato Español se proyectarían audios con perlas cultivadas de Rajoy y Zapatero. Y, para darle colorido, no faltarían los videos con los mejores goles de Messi al Real Madrid y de Brasil a La Roja.
 
También tendría su calle Alternativa por Alemania, un nuevo partido que aboga por echar a España del Euro, con excepción de Cataluña y Euskadi, que tiene su gracia. Y asimismo habría una calle llamada Julie Girling, la eurodiputada británica que pide el boicot turístico a España
 
Aunque la plaza principal, por encima de todas y con quiosco de música incluido, sería para Gibraltar. Así, Artur Mas podría inaugurar una en cada pueblo de Cataluña, dando abrazos y firmando autógrafos junto a Fabian Picardo, ese gran estadista que gobierna La Roca.
 
 

lunes, 12 de agosto de 2013

Banderas con el Toro de Osborne para recibir a la flota británica

 
Vivimos en un país que se la coge con papel de fumar, donde aparece un toro y se lía. Porque aquí, cuando no son los que protestan contra el maltrato animal –que suelen aprovechar para despelotarse– le toca a los políticos nacionalistas de Cataluña, que son otros exhibicionistas y tienen alergia a todo lo español.
 
Y ahora resulta que cuando el marchador murciano Miguel Ángel López aparece tras ganar su medalla de bronce junto a una bandera con el Toro de Osborne, hay quien se sube por las paredes. ¿Pero no habíamos quedado en que la Selección Española de fútbol se convirtió en La Roja y la de baloncesto en la ÑBA? ¿O es que no jugamos a las banderitas autonómicas cuando nuestros futbolistas ganan alguna competición?
 
Si hasta Javi Martínez, defensa del Bayern Munich se puso a celebrar la última Copa de Europa con la bandera de su pueblo, que tiene su guasa. Y es que –nuestra memoria es muy frágil– ya casi nadie se acuerda de Susaeta, un jugador del Athlétic de Bilbao, que hace unos meses hablaba de ‘la cosa’ para evitar decir España cuando fue convocado para la Selección.
 
La foto del atleta de Murcia, de Llano de Brujas, resulta entrañable. Porque reivindica los noventa Toros de Osborne que aún quedan en nuestras carreteras. Esos gigantescos morlacos que sufren el maltrato de tanto cafre que utiliza su corpachón indefenso, y sus atributos, para hacerle pintadas o meterse con España.
 
Menos mal que siempre nos quedará el recuerdo de Javier Bardem, que en ‘Jamón, Jamón’ seducía a una jovencísima Penélope Cruz. En Los Monegros, a la vera de un Toro de Osborne y gracias a Bigas Luna, que decía amar a las mujeres mediterráneas porque “mientras comemos hablan de comida”. Y es que, según ese director tan peculiar, el amor y la belleza se disfrutan comiéndolos, algo imposible de entender por un anglosajón.
 
Ya puestos, podríamos recibir a la flota británica con los pesqueros de Algeciras luciendo banderas con el toro. Total, el apellido Osborne viene de un inglés que se instaló en Cádiz en 1772, casi sesenta años después de que el Reino Unido se plantara en el Peñón de Gibraltar.
 
Pues yo, en esta nueva guerra de Gila, reivindico el Toro de Osborne. Y olé.

jueves, 8 de agosto de 2013

Un doble de Guardiola, el calvo que anuncie la Lotería de Navidad catalana

 
Al presidente de Cataluña le va el juego. Y ya no le vale con montar su particular Eurovegas en Barcelona. Así, después de tanto órdago independentista, ahora se ha pasado, directamente, a fomentar la ludopatía. Y quiere que los 500.000 niños que comen poco y mal en Cataluña –según ese Defensor del Pueblo suyo al que conocen como Marco Polo, de tanto viajar por la patilla– reciban ayuda con la Lotería de Navidad Catalana.
 
A día de hoy, se desconoce si el plan B de Artur Más, por si vuelve a fallar su lotería patriótica, será expropiar La Bruixa d’Dor. Y es que, como la Grossa de Cap d’Any –que así se llama el invento– no podrá venderse en las administraciones de Lotería Nacional, igual le da por confiscar la millonaria recaudación el célebre lotero de Sort.
 
Éste, de momento, ya ha pronosticado que “se van a pegar un buen golpe”. Xavier Gabriel –un figura vendiendo lotería– también se pregunta quién pagará los premios cuando se devuelvan los cupones sin vender. Y es que, con décimos de sólo cinco euros –que es el gancho para robarle clientes a la Lotería Nacional española– la Generalitat pretende dar un primer precio de 100.000 euros. Esa sí que es una apuesta arriesgada.
 
En caso de sonoro castañazo, Artur Mas se podría inventar la quita lotera. Vamos, que igual paga en función de lo que recaude. Ya puestos… Cosas más raras se han visto, desde luego.
 
Pero también habrá que estar atentos a la campaña de publicidad de la Generalitat, porque los catalanes son muy innovadores. Y no sería de extrañar que ficharan a un doble de Guardiola. Así, recordando al célebre calvo de la Lotería de Navidad, el nuevo Pep animaría la compra de décimos para el sorteo del Gordo catalán, que quieren celebrar el 31 de diciembre. Para comenzar el año con salero independentista.
 
De paso, que negocien con las 1.500 peñas del Barça que –como todas las asociaciones habidas y por haber– compran Lotería de Navidad para luego meterle un recargo y financiar sus actividades. Y teniendo en cuenta que la Fundación del Barça recibió en 2012 una subvención mayor que las seis asociaciones de consumidores catalanas juntas, pues nada, que hablen con Messi.
 
Así podrían llenar las carreteras con carteles del crack argentino, vestido con esa nueva camiseta que es la senyera y mostrando tan feliz un décimo del Gordo catalán.

sábado, 3 de agosto de 2013

Rajoy puede estar tranquilo, nosotros también mentimos

 
Nos dan otro sablazo, subiendo aún más la luz. Mientras tanto, el Congreso de los Diputados anuncia que gastará 2,1 millones en alquilar 25 coches. Así se publica, con un par, en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de hoy.
 
Y es que, con el paro bajando por quinto mes consecutivo, los padres de la patria están lanzados. Tanto, que han aprobado el arrendamiento de veintitrés berlinas y dos monovolúmenes que le van a salir al contribuyente a una media de 86.871 euros cada uno.
 
Pero nosotros, que somos unos desagradecidos, nos resistimos a creer la realidad. Y eso de que la crisis, por fin, haya tocado fondo y que la corrupción esté bajo control. Que se lo digan a Rajoy, quien se ha encontrado, también hoy, con que siete de cada diez españoles piensan que mintió al Parlamento.
 
Lo dicho, España es un país de ingratos que apuestan más por la versión de Bárcenas. Y es que, como aseguraba hace unos meses el portavoz de Ashley Madison, una conocida web para infieles, los españoles estamos entre los campeones mundiales de la infidelidad. Y nuestras chicas, al final, se consuelan soñando con los malotes.
 
Pero, para infieles con gracia, los dos concejales de Isla Cristina. Y es que siendo militantes del PP, se habían instalado tan ricamente en el Ayuntamiento dentro del equipo de Gobierno del PSOE. Como al final todo se acaba sabiendo –que se lo digan a Urdangarin– los dos amantes del cargo público han sido expulsados del Partido Popular. Aunque ya han sentado cátedra, qué tíos.
 
Si es que los españoles somos así. De memoria frágil, como el revisor del tren de Santiago. Pero Rajoy puede estar tranquilo. Porque, ya se sabe, cuando nos preguntan en una encuesta electoral mentimos como bellacos.
 
Ahora, a ver si Messi, Neymar, Ronaldo y ese galés que el Real Madrid quiere fichar por más de cien millones salen en auxilio de nuestro Gobierno. Y que todo vuelva a la calma. Ellos a viajar en cochazos de 80.000 pavos y nosotros a pagar el kilovatio a precio de oro. Con la tarifa de la luz más cara de Europa, sólo por detrás de Irlanda y Chipre, dos países rescatados. Qué casualidad.
 
 

jueves, 1 de agosto de 2013

Kamikazes y pederastas, a la calle

 
Hace cuatro días nos enteramos de que el Gobierno no anulará el indulto al conductor kamikaze que segó la vida de un joven valenciano en 2003. Y ahora resulta que, tras la mediación de nuestro Rey, Marruecos ha puesto en libertad –junto a otros 47 presos– a un condenado por pederastia. Así, no podemos extrañarnos de que gran parte de las quejas que recibe el Defensor del Pueblo, año tras año, correspondan al mal funcionamiento de la Justicia.
 
Y es que el preso, a quien un tribunal marroquí condenó en 2011 por abusar de once niños, alguno de los cuales sólo tenía tres años, está en el lote de 48 reos indultados tras el reciente viaje del monarca español. Se trató, por cierto, de una multitudinaria visita –el Rey acudió con un séquito de nueve ex ministros de Asuntos Exteriores y cinco ministros más del Gobierno de Rajoy– a la que no faltó el titular de Justicia, Ruiz Gallardón
 
Pues, a lo que se ve, al ex alcalde de Madrid le colaron un gol por toda la escuadra. Claro, que habrá sido una fatal coincidencia. Como también lo es que su hijo trabajara en el bufete de abogados del kamikaze de Valencia. Pues nada, como diría Rajoy, ‘fin de la cita’.
 
Han pasado casi treinta años desde la célebre frase del entonces alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, quien aseguró que ‘la Justicia es un cachondeo’. Y todo porque le impidieron derribar un chalé de Bertín Osborne. Claro, que el mismo Pacheco fue condenado después a cuatro años y medio de prisión y a inhabilitación durante seis años más, por prevaricar y malversar fondos públicos. Y es que nuestros políticos, ya se sabe, predican y luego se quedan con el trigo.
 
Pero como hemos ido a peor, hace dos años y medio el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ya destacaba que la mitad de los españoles estaban convencidos de que las leyes favorecían siempre a los ricos. En aquella encuesta, con ZP haciendo ya las maletas, los políticos estaban en segundo lugar del escaqueo judicial. Pues ahora, si preguntaran, ni te cuento.
 
Y como España parece una de las Leyes de Murphy, ya estamos directamente en Malagón. Aunque, eso sí, nos lo pasamos pipa con los mensajes de Rajoy a su antiguo amigo Bárcenas. Lo mismo que nos reímos con las gracias del duque empalmado, cuya esposa, qué casualidad, ha terminado currando en esa Suiza que tanto le gusta a ricos, nobles y presuntos delincuentes.