Cuanto más pobres, más tontos somos. Así de crudo lo
ve un grupo de investigadores de Reino
Unido, Canadá y Estados Unidos, que acaban de presentar sus conclusiones en la revista Science.
Ahora se explica que, desde 2008, hayamos ido de mal en peor y esto acabe
siendo la conjura de los necios.
jueves, 29 de agosto de 2013
Más pobres y cada día más idiotas
lunes, 26 de agosto de 2013
Nos encanta ir por la patilla
Cómo nos gusta ir de gañote
y comer por la patilla. Así somos los españoles. Por eso, cuando los
constructores eran los reyes del mambo, y veían que compraban favores,
empezaron a regalar los periódicos. Pero el
ladrillo acabó por ahogarnos y nos lanzamos a
Internet. Muerta la prensa de papel, agoniza una profesión de pobretones y gente
de mal vivir.
Lo de ir por la cara es que
nos pone. Y mucho. Si es que algunas de nuestras abuelas ya eran expertas
–muchas, también por necesidad– en el arte de merendar gratis. Vamos, todo un
clásico. Ya fuera en presentaciones de libros decentes o en pestiños
impresentables, qué más daba, el caso era no rascarse el bolsillo y volver
cenadas a casa.
Por eso, ahora cuesta tanto
reunir a la familia, y a cuatro gatos más, en cualquier acto cultureta. Y es que el personal sigue
añorando aquellos canapés que eran gloria bendita. Y que prolongaban la
tertulia en torno al artista, aunque la novela resultara infumable.
Desde que Solchaga inventara hace treinta años lo
de viajar gratis total en Transmediterránea, que también
sufragaba el paganini de siempre, es que nos va la marcha. Así, empezamos
colándonos en las bodas y nos dio por elegir a los alcaldes sólo porque montaban
unas fiestas de aquí te espero. Y todo para terminar viviendo en un inmenso
parque temático, carísimo, que estamos pagando con una clausula suelo por las
nubes.
España
fue, durante siglos, un país de muertos de hambre. Y de repente creyó que
nadaba en la abundancia. Pero es que ahora –con Caritas que no da abasto– seguimos tirando comida fresca al cubo de
la basura. Aunque, si podemos, nos escaqueamos a la hora de pagar la ronda en
el bar porque no llegamos a final de mes. Si es que no hay quien nos entienda.
Por eso, tenemos los políticos que nos merecemos. Y ellos, como son más listos,
se van de rositas.
miércoles, 21 de agosto de 2013
Un maquinista en el país de los escaqueados
Vivimos en un país de
escaqueados, donde la culpa de nuestras desgracias siempre es de otro. Así, los
de ADIF –la dueña de las vías por
las que circulan nuestros trenes– dicen que no saben quién era responsable de
la seguridad en el tramo donde descarriló el tren de Santiago. Vamos, que se ponen a echar balones fuera, cuando hay 79
muertos y más de 150 heridos.
viernes, 16 de agosto de 2013
Hagamos parques temáticos con las calles que no queremos
Vivimos en un mundo donde ya no caben más
frikis y morbosos. Por eso, los políticos, en lugar de andar cambiando los nombres
de las calles, deberían agruparlos por barrios. Así, crearían itinerarios
turísticos muy rentables, por ejemplo, con los militares golpistas. Pero nada,
que no aprenden.
Y resulta que la penúltima ocurrencia –en
este país no tenemos límite– viene de Sitges.
Allí, como a los concejales de Convergencia
i Uniò les da un sarpullido cada vez que alguien pronuncia el nombre de España, han decidido que el Estado maltratador ya no tendrá su plaza.
Otros pueblos de Cataluña, como Calella o El Perelló también están enviando al cubo de la basura las placas
de calles como Constitución y Juan Carlos I. Y es sólo el principio.
Si es que no aprenden. Porque, al mismo
tiempo que practican ese deporte tan ibérico que es meter el dedo en el ojo del
vecino, podrían sacar un beneficio económico. Y ya que somos un desastre como Estado, deberíamos rentabilizar nuestra mala leche.
Así, a un barrio de Sitges, por ejemplo, podrían llevarse las calles España, Constitución y Juan Carlos I.
Y crearían vías aledañas –también cogiendo parte de otras existentes– con los
nombres de Iñaki Urdangarin, Luis Bárcenas, Gerardo Díaz Ferrán o ERE de Andalucía.
De esta manera, se crearían parques
temáticos, con unos guías que tendrían su trabajo asegurado durante todo el
año. Como guinda, en cada Centro de Interpretación del Maltrato Español
se proyectarían audios con perlas cultivadas de Rajoy y Zapatero. Y, para
darle colorido, no faltarían los videos con los mejores goles de Messi al Real Madrid y de Brasil
a La Roja.
También tendría su calle Alternativa por Alemania, un nuevo partido que aboga por echar a España del Euro, con excepción de Cataluña
y Euskadi, que tiene su gracia. Y asimismo
habría una calle llamada Julie Girling,
la eurodiputada británica que pide el boicot turístico a España.
Aunque la plaza principal, por encima de todas y con
quiosco de música incluido, sería para Gibraltar. Así, Artur Mas
podría inaugurar una en cada pueblo de Cataluña,
dando abrazos y firmando autógrafos junto a Fabian Picardo, ese gran
estadista que gobierna La Roca.
lunes, 12 de agosto de 2013
Banderas con el Toro de Osborne para recibir a la flota británica
Vivimos en un país que se la coge con papel de fumar, donde aparece un
toro y se lía. Porque aquí, cuando no son los que protestan contra el maltrato
animal –que suelen aprovechar para despelotarse– le toca a los políticos
nacionalistas de Cataluña, que son otros exhibicionistas y
tienen alergia a todo lo español.
jueves, 8 de agosto de 2013
Un doble de Guardiola, el calvo que anuncie la Lotería de Navidad catalana
Al presidente de Cataluña le va el juego. Y ya no le
vale con montar su particular Eurovegas
en Barcelona. Así, después de tanto
órdago independentista, ahora se ha pasado, directamente, a fomentar la ludopatía.
Y quiere que los 500.000 niños que comen poco y mal en Cataluña –según ese Defensor
del Pueblo suyo al que conocen como Marco
Polo, de tanto viajar por la patilla– reciban ayuda con la Lotería de Navidad Catalana.
sábado, 3 de agosto de 2013
Rajoy puede estar tranquilo, nosotros también mentimos
Nos dan otro sablazo, subiendo
aún más la luz. Mientras tanto, el Congreso
de los Diputados anuncia que gastará
2,1 millones en alquilar 25 coches. Así se publica, con un par, en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de hoy.
Y es que, con el paro
bajando por quinto mes consecutivo, los padres de la patria están lanzados. Tanto,
que han aprobado el arrendamiento de veintitrés berlinas y dos monovolúmenes
que le van a salir al contribuyente a una media de 86.871 euros cada uno.
Pero nosotros, que somos
unos desagradecidos, nos resistimos a creer la realidad. Y eso de que la crisis,
por fin, haya tocado fondo y que la corrupción esté bajo control. Que se lo
digan a Rajoy, quien se ha
encontrado, también hoy, con que siete de cada diez españoles piensan que
mintió al Parlamento.
Lo dicho, España es un país
de ingratos que apuestan más por la versión de Bárcenas. Y es que, como aseguraba hace unos meses el portavoz de Ashley Madison, una conocida web para
infieles, los españoles estamos entre los campeones mundiales de la
infidelidad. Y nuestras chicas, al final, se consuelan soñando con los malotes.
Pero, para infieles con
gracia, los dos concejales de Isla Cristina. Y es que siendo militantes del PP, se
habían instalado tan ricamente en el Ayuntamiento
dentro del equipo de Gobierno del PSOE.
Como al final todo se acaba sabiendo –que se lo digan a Urdangarin– los dos amantes del cargo público han sido expulsados
del Partido Popular. Aunque ya han
sentado cátedra, qué tíos.
Si es que los españoles
somos así. De memoria frágil, como el revisor del tren de Santiago. Pero Rajoy
puede estar tranquilo. Porque, ya se sabe, cuando nos preguntan en una
encuesta electoral mentimos como bellacos.
Ahora, a ver si Messi, Neymar, Ronaldo y ese
galés que el Real Madrid quiere fichar por más de cien
millones salen en auxilio de nuestro Gobierno.
Y que todo vuelva a la calma. Ellos a viajar en cochazos de 80.000 pavos y
nosotros a pagar el kilovatio a precio de oro. Con la tarifa de la luz más cara
de Europa, sólo por detrás de Irlanda y Chipre, dos países rescatados. Qué casualidad.
jueves, 1 de agosto de 2013
Kamikazes y pederastas, a la calle
Hace cuatro días nos enteramos de
que el Gobierno no anulará el indulto al conductor kamikaze que
segó la vida de un joven valenciano en 2003. Y ahora resulta que, tras la
mediación de nuestro Rey, Marruecos ha puesto
en libertad –junto a otros 47 presos– a un condenado por pederastia. Así, no
podemos extrañarnos de que gran parte de las quejas que recibe el Defensor del Pueblo, año tras año, correspondan al mal funcionamiento
de la Justicia.
Y es que el preso, a quien un
tribunal marroquí condenó en 2011 por abusar de once niños, alguno de los
cuales sólo tenía tres años, está en el lote de 48 reos indultados tras el
reciente viaje del monarca español. Se trató, por cierto, de una multitudinaria
visita –el Rey acudió con un séquito de nueve ex ministros de Asuntos Exteriores y cinco ministros más del Gobierno de Rajoy– a la que
no faltó el titular de Justicia, Ruiz Gallardón.
Pues, a lo que se ve, al ex
alcalde de Madrid le colaron un gol por toda la escuadra. Claro, que
habrá sido una fatal coincidencia. Como también lo es que su hijo trabajara en el
bufete de abogados del kamikaze de Valencia.
Pues nada, como diría Rajoy, ‘fin de la cita’.
Han pasado casi treinta años desde
la célebre frase del entonces alcalde de Jerez,
Pedro
Pacheco, quien aseguró que ‘la Justicia es un cachondeo’. Y todo porque le impidieron
derribar un chalé de Bertín
Osborne. Claro, que el mismo Pacheco fue condenado después a cuatro años y medio de
prisión y a inhabilitación durante seis años más, por prevaricar y malversar
fondos públicos. Y es que nuestros políticos, ya se sabe, predican y luego se
quedan con el trigo.
Pero como hemos ido a peor, hace
dos años y medio el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ya destacaba que la mitad de los españoles estaban
convencidos de que las leyes favorecían siempre a los ricos. En aquella
encuesta, con ZP haciendo ya las maletas, los políticos estaban en
segundo lugar del escaqueo judicial. Pues ahora, si preguntaran, ni te cuento.
Y como España parece una de las Leyes de Murphy, ya estamos directamente en Malagón. Aunque, eso sí, nos lo pasamos pipa con los
mensajes de Rajoy a su antiguo amigo Bárcenas. Lo mismo que nos reímos con las gracias del duque
empalmado, cuya esposa, qué casualidad, ha terminado currando en esa Suiza que tanto le gusta a ricos, nobles y presuntos
delincuentes.
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