España en
un país autodestructivo y cainita. Para comprobarlo no hay más que darse una
vuelta por sus medios de comunicación digitales, toda una ventana al mundo. Y
así, por mucho que critiquemos su inoportunidad, el Rey tiene razón al decir que, “desde fuera, España se ve mejor” y “desde
dentro, dan ganas de llorar”.
Ciertamente, ver que los
atletas españoles de élite “luchan por ser mileuristas”, según publica hoy Público, o que una antigua promotora
inmobiliaria ha tenido que prostituirse para dar de comer a su hija enferma,
tal y como destaca El Mundo, no es nada edificante.
Con ejemplos como estos, la imagen
de España difícilmente va a remontar el vuelo. Y, sí, como escribe Lucía Méndez en el diario de Unidad Editorial, “Don Juan Carlos le ha dicho a los periodistas que viajaron con él a
la India lo que cualquier español le
dice al camarero mientras toma café en el bar. ¿Cómo estamos esta mañana? Pues
ya ves, para llorar, todo son penas”.
Visto así, tiene razón el monarca, desde luego. Pero,
tras cinco años de crisis –y con cerca de cuatro millones de parados más– el
jefe del Estado tiene la obligación
de elevar la moral de sus tropas, ya que la prensa parece decidida a hundirla
de manera irremediable.
Y es que, con encuestas como
la que La Vanguardia hace entre sus
lectores, preguntando si creen que España llegará a los seis millones de
parados a final de año, no se hace sino echar más leña al fuego. Por cierto, un
92% de los internautas –cuando se contabilizaban algo más de
4.600 respuestas– se decantaban por el “sí”. Pero, ¿son
realmente necesarias encuestas de este tipo?
También hemos podido leer
hoy, entre otras tragedias, que “en España 32.500 autónomos sobreviven
trabajando en negro" (El confidencial.com)
y que “un millón de personas se han ido del país desde enero de 2011,
doscientos españoles cada día" (El Mundo).
Si creemos que refugiándonos
en la prensa internacional encontraremos algo positivo de España, vamos
apañados. Por ejemplo, en el diario argentino Clarín leemos: “La crisis se ensaña como nunca con la clase media
del país. Uno de cada cuatro trabajadores está desocupado, un récord histórico.
La gente se une para defender sus hogares. Y crecen los suicidios”.
En el Universal, de México, la
cosa no mejora y vemos que “las imágenes de los jubilados
en diferentes protestas españolas han dado la vuelta al mundo e incluso son ya
replicados en un par de ciudades alemanas”. También en El Mercurio,
de Lima, se titula así el viaje del
Rey a Nueva Delhi: “Rey Juan Carlos sobre España: Dan ganas de llorar, todas son penas”. Como se
ve, las interpretaciones del mismo tema ya son variadas.
Hasta
La Razón, de Bolivia, pone en evidencia al Rey al recordar que, con la alusión
de Obama a la falta de reacción de
España ante la crisis, “es la segunda vez en menos de un mes” que nuestro
país se menciona “de manera negativa en el contexto de la difícil coyuntura
económica”. Antes, en el primer debate presidencial del 3 de octubre, a
cargo del otro candidato, Mitt Romney.
Y eso que desde fuera nos veían mejor...
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