viernes, 8 de marzo de 2013

Los estudiantes de Económicas se dan a la bebida

 
Con lo feliz que estaba el Gobierno por la bajada de la prima de riesgo y otro macrobotellón de la Facultad de Económicas desborda el Campus Universitario de Murcia. Y es que, con seis millones de parados, un país en ruinas y las redes sociales que lo delatan todo, Ángela Merkel nos va a castigar otra vez.
 
Si los miles de jóvenes que se dieron cita en el Campus de Espinardo se hubieran puesto ciegos a las puertas de la Facultad de Filosofía, por ejemplo, habría tenido un pase. Aunque vista la situación, y después de comprobar cómo actúan Moodys, Fitch y Standard & Poors, para hacerse un experto en economía también habrá que darse a la bebida.
 
Total, antes de emigrar a tierras alemanas, entonarse un poco no viene mal. De perdidos al río, eso habrá pensado la multitud congregada en el botellódromo universitario.
 
Aunque ya es casualidad que fuera en el salón de actos de la Facultad de Economía y Empresa, precisamente, donde el Comité de Resistencia para la Defensa de la Universidad Pública reventó, el pasado septiembre, la inauguración del curso académico en la Región de Murcia. Lo dicho, como se entere la canciller alemana nos cruje.
 
El mismo día que los universitarios murcianos se aplicaban en el arte de empinar el codo al aire libre, nos enteramos de que el presidente de la Federación Española de Automovilismo, Carlos Gracia, lleva cuatro meses sin carné porque le cazaron ebrio. Y no es la primera vez que le retiran el permiso, puesto que en 1996 y 2003 ya le obligaron a desplazarse en taxi por conducción inapropiada.
 
Ejemplos como éste –con la inestimable ayuda de Benzema y Marcelo, los jugadores del Real Madrid que también están sin carné por saltarse las normas a la torera– es lo que necesitan nuestros universitarios.
 
Si es que vamos embalados hacia el desguace nacional. Y encima cuando el Banco Central Europeo decretó la barra libre el contribuyente no olió un euro. Todo fue para unas entidades a las que había que rescatar cuando antes habían repartido dinero a espuertas entre políticos y sindicalistas por asistir a sus consejos de administración.
 
Para justificar lo injustificable, la presidenta de la Comunidad de Navarra, Yolanda Barcina, decía este viernes que un albañil que “ahora está en el paro” también ganaba antes “6.000 euros en la obra”. Se quedó tan pancha y, que se sepa, no le hicieron ningún control etílico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario