miércoles, 10 de julio de 2013

Sin preservativos, pero con rombos en la tele

 
Estamos tan deprimidos que hasta la marca de preservativos Control ha tenido que hacer un ERE. Nada menos que cincuenta trabajadores se van a la calle. Ya, por no venderse, ni condones. Y ahora va el Ministerio de Sanidad y anuncia que dejará de financiar ocho píldoras anticonceptivas que empezó a costear el Gobierno de ZP. Pues sí que estamos buenos.
 
Aunque para tranquilizar a las masas, el ministro Wert ya prepara un código visual que amenaza con devolvernos a los rombos, o algo parecido. Y no es broma, como diría Rajoy. Porque el Ministerio de Educación y Cultura, a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales, quiere encontrar la manera de advertir acerca de aquellos contenidos que pudieran resultar no recomendables para la infancia.
 
Pues tal y como están Telecinco y sus congéneres, la pantalla de la tele –entre corazones y rombos– se va a convertir en una inmensa partida de póquer. Y viendo en lo que ha degenerado el horario infantil, plagado de programas basura y cotilleo soez, van a faltar cartas en la baraja del sentido común.
 
Aunque después de las campañas para casar a Epi y Blas, antes de pasearlos en una carroza del Orgullo Gay, y sabiendo que en Polonia todavía insisten en que los Teletubbies son homosexuales habrá que ver lo que deciden los nuevos censores. Porque cuando alguien en el Gobierno se pone a pensar hay que echarse a temblar. Y ya, con la Cospedal diciendo que el PP ha hecho un genuino striptease –a cuenta del obsceno Bárcenas–, cualquier cosa es posible.
 
Pues ya puestos, podríamos empezar por calzarle un doble rombo a los informativos de televisión. A unos, por la ensalada de violencia y sangre inocente con la que aderezan nuestro almuerzo. A otros, directamente por mentir al servicio de la política. Y con Internet, ¿qué piensan hacer? ¿Poner en marcha el modelo cubano? ¿El chino? ¿El árabe saudí? Igual le piden consejo a Obama, que de eso también sabe.

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