domingo, 10 de febrero de 2013

Nuestra Justicia bananera se olvida de los trabajadores despedidos

 
Muchos trabajadores despedidos en febrero del año pasado, después de varios meses sin cobrar, todavía no han recibido un euro. Ésa es una dramática realidad de la Región de Murcia. Ahí está la auténtica corrupción del sistema y no en los dos millones de euros que –según Hacienda– cobró Rajoy en los últimos diez años.
 
Porque la Justicia se ha olvidado de los miserables, aquellos a los que dieron una patada en el culo hace un año y ni siquiera han recibido una indemnización por despido. Ya quisieran ellos haber pillado los 20 días por año trabajado con que los sindicatos ponen en la calle a sus empleados.
 
La Justicia bananera que padecemos los españoles está señalando juicios por reclamación de cantidad –de trabajadores que no vieron un euro al quedarse sin empleo– para mayo de 2015. Esta, por increíble que parezca, es la sangrante realidad de la Región de Murcia.
 
Y es que cumplidores e intachables contribuyentes, a los que arrojaron a la cola del paro en febrero del año pasado, tendrán que esperar hasta junio de 2014 para intentar cobrar algo. ¿Ésta es la reforma de la Justicia que pregonaba Alberto Ruiz Gallardón?
 
El problema de España no son los sueldos de los presidentes de las Comunidades Autónomas, que muchos se han apresurado a divulgar ahora. Ni lo que cobran los dirigentes de Comisiones Obreras, incluido Fernández Toxo, su secretario general, que se fue de crucero por el Báltico mientras España empezaba a hundirse.
 
Rajoy sigue sin enterarse, y por eso se despeña en las encuestas. Rubalcaba sí es consciente de lo que ocurre, pero está desautorizado después de tantos años con Felipe González y ZP. Por su parte, el Rey, a quien han dejado de insultar para mofarse de sus cacerías, como hicieron muchos aficionados ayer durante la final de Copa de España de Baloncesto, ha perdido definitivamente el norte.

Mientras tanto, los dos millones de familias españolas que no tienen ingresos oficiales sobreviven entre la beneficencia y la economía sumergida. Son hogares en los que no entran los millones ganados por Rajoy o Gallardón, ese fiasco de ministro que llegó a tener un asistente ceremonial –cuando era alcalde de Madrid– que cobraba más de 3.000 euros al mes por servirle el café y la comida.
 
Sólo con pensar en las familias que se van a la cama sin cenar dan náuseas.

2 comentarios:

  1. Amigo Emilio el derecho al trabajo esta recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en nuestra Constitución. Es un derecho de las personas y un derecho no se mendiga. Todos los gobiernos se lo saltan, todos tienen una incapacidad total para satisfacer este derecho fundamental.
    El derecho a la vivienda es el otro. En esta crisis se deja a la gente en la calle y después como no pueden pagar, les quitan la casa, dejando a niños y ancianos en la calle. Nadie deja de pagar su casa si tiene trabajo. Solo se deja en condiciones de paro y de imposibilidad total.
    Además de quitarles el trabajo y la casa y dejarlos en la calle se les deja empuados de por vida. ¡Por Dios, hay algo más inhumano que esto? Ada Candau tachó de criminal al representante de la Banca en el Congreso, y yo pienso, que lleva razón.
    Los culpables de esta crisis, los políticos y la Banca son los responsables de esta crisis y solamente la están pagando cruelmente las clases bajas y medias.
    Los banqueros además de no responder de las atrocidades cometidas, como las preferentes, siguen actuando sin escrúpulos ante las gentes más desfavorecidas. Estoy seguro que pasará algo y muy gordo, para que las consciencias de estos miserables se den cuenta del daño que están causando.
    Hoy se ha incendiado una mujer en un Banco que la quería embargar. Mañana será otro suicidio.
    Y pregunto ¿Hasta cuanto?
    El gobierno ¿no debería haber hecho un rescate a los millones de parados, que han pagado inocentemente esta crisis?
    En realidad este Gobierno y la Justicia que no existe, la tienen controlada, lo cual no es justicia, no existe la justicia independiente, es un camelo.
    Los políticos obedecen a su amo, que es la Banca. Son los que tienen el capital, son los que indican que terreno no se debe pisar. En definitiva son los que mandan. Han salido indemnes, no hay ninguno en la cárcel, y ni se les ha enjuiciado.
    En Islandia estarían en la cárcel todos los culpables.

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    1. Muchas gracias por el comentario, Juan. En Islandia viven poco más de 300.000 personas. En España, cerca de 50 millones. Es una diferencia sustancial para un mismo problema: la codicia humana. Los políticos son igual de corruptos en Alemania que en Italia. De eso, estoy convencido. Y los españoles no nos libramos, claro. En mi opinión, hay que regenerar la sociedad. Bueno, por lo menos tú y yo nos lo planteamos. El problema reside en los millones de personas que se han dejado llevar y siguen haciéndolo. Hoy las encuestas anuncian una caída en picado de PP y PSOE. Mañana habrá elecciones y el personal volverá a votar a los mismos perros con distintos collares. Suma y sigue. Insisto, la regeneración de nuestra sociedad es lo único que nos puede sacar del pozo. Lo demás, son fuegos de artificio, incluidos -siento decirlo así, pero para los políticos es eso- los suicidios de la gente desesperada que pierde lo tiene mientras otros continúan amasando fortunas en paraísos fiscales. Bueno, seguiremos poniendo de relieve la podredumbre de nuestro sistema. Es lo que nos queda, ¿no? Un saludo

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