El Gobierno va a darnos otro rejonazo este viernes, ahí donde más
duele, con una nueva subida en el impuesto sobre el alcohol. Ahora que empieza
la campaña de verano, Montoro habrá
pensado que los ingleses y alemanes, que se ponen ciegos en nuestros garitos de
la playa, van a pagar parte de nuestra deuda con Bruselas.
El problema reside en que
los españoles, que andamos más tiesos que la mojama, estamos abocados al
botellón. Y dado que nuestro ejército de ni-nis
ya tiene reservados casi todos los parques y ramblas, eso de buscar sitio con
la parienta y los colegas se puede poner imposible.
También le va a sacudir el Gobierno al impuesto sobre el tabaco.
Porque Rajoy, hasta que no nos vea a
todos fumando en pipa, no para. Aunque igual convierten Eurovegas en una zona franca. Y ya que están empeñados en hacer un
zurcido a la Ley, para que nos gastemos la poca pasta que nos queda entre
volutas de puro y máquinas tragaperras, no sería de extrañar que ofrecieran los
pitillos a mitad de precio. Y que repartieran pulseritas para beber low cost.
Montoro, desde
luego, está lanzado. Es un ministro a tumba abierta. Porque después de
empapelar a la Pantoja, precintar el
restaurante de Sergi Arola en Madrid y de que Messi vaya a soltar 25 millones para purgar sus olvidos con
Hacienda, cualquier cosa es posible.
Pero, para chulos, los
bancos. Y aunque los amenazan con más tasas –que acabará pagando el de siempre–,
anuncian que han ganado un 16% más durante el último año. Teniendo en cuenta
que, en el mismo periodo, el paro registrado en el antiguo Inem ha crecido en casi 200.000 personas y que por primera vez desde
1971 España ha perdido población, lo de Botín
y sus amigos es genial.
Así se comprende
que el número de ricos –en un país donde ya se abandona a los hijos a la
puerta de un Ayuntamiento, como acaba de suceder en Talavera de la Reina– no deje de aumentar. Seguro que muchos de ellos
disfrutarán en los reservados exclusivos que Shelson Adelson tiene previsto instalar en Eurovegas.
Aunque si prefieren la
playa, Barcelona prepara su réplica
de la mano de otro magnate de la ludopatía llamado Stanley Ho, alias El Señor de Macao. Lo
dicho, porque suben los impuestos, es para darse al botellón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario