A los amigos los elige uno,
pero la familia viene impuesta. Que se lo digan a José Ignacio Wert, ministro de Educación,
cuyo hermano sacará los pupitres a la calle, el próximo martes, para dar clase
y ofrecer a sus alumnos de la Universidad
de Castilla-La Mancha una alternativa a los recortes.
Menos mal que faltan unos
cuantos meses hasta la cena de Navidad.
Para entonces, los Wert ya habrán
limado asperezas, como la familia de Di
Stefano, que va a imponer a sus hijos, como madre adoptiva, a su secretaria
de 36 años, la costarricense Gina
González.
Eso sí que es un relevo
generacional, y la envidia de los octogenarios. Que tome nota Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, tras el nuevo fracaso
europeo de sus multimillonarios futbolistas.
Desde que Juan Guerra montara hace treinta años
el chiringuito en la Delegación del
Gobierno en Andalucía, y se lo llevara crudo como asesor, la familia no
para de dar momentos de gloria. Como el ex presidente de la Diputación de Orense, José Luis Baltar, quien –puestos a
enchufar– colocó junto a otro centenar de afiliados al Partido Popular a su hijo y dos nueras. Éstas, una vez en el
puesto, acabaron pasando a la muy noble categoría de ex. Hay que ver lo
desagradecida que puede llegar a ser la familia.
Como norma básica, no se
puede meter a cualquiera en casa. Porque luego el que iba para príncipe se
convierte en rana y la lía parda, como le ha pasado al Rey con Urdangarin. Si
es que no puedes fiarte ni de los hijos, que últimamente tampoco dejan de dar disgustos.
Así, o te salen ni-nis y no hay quien los eche de casa
hasta los cuarenta, o les da por lanzarse al vacío de la corrupción y sin
paracaídas, como los querubines de Jordi
Pujol. Y hasta se enganchan al estilo
gótico de las hijas de ZP y te dejan
sin poder disfrutar de la casa del pueblo.
Igual que antes aparecía un
tío de América, ahora te puede salir
un primo misionero en África, como
le ha pasado a Rajoy. Si es que
hemos pasado del primo de Zumosol al salesiano de Mozambique. Hay que ver
lo mal que estamos.
Jajaja, Emilio, ¡menudo repasito! Muy bueno y completo el artículo, y lo mejor es que escribes con conocimiento de causa, se te ve muy al día de todo cuanto pasa en este pobre país...
ResponderEliminarYo prefiero ponerme al día leyendo tus artículos, son más entretenidos que las noticias, los mires por donde los mires.
Un abrazo y feliz semana!!
Muchas gracias, Rosa. Viviendo de quien vienen los halagos, no me queda otro remedio que intentar superarme. Aunque, ahora que lo pienso, la realidad me va a seguir dando argumentos para la ironía, seguro. Qué pena de país...
EliminarBuen humor cítrico como a mi me gusta.
ResponderEliminarLectores con espíritu crítico, como a mí me gusta.
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