martes, 1 de enero de 2013

En Francia asaltan tiendas de Apple, en España depósitos de droga


Mientras que en París una banda de atracadores aprovechaba la Nochevieja para asaltar una tienda exclusiva de Apple, otros malhechores menos exquisitos reventaban el almacén de Vigilancia Aduanera de Huelva y arramplaban con 40 fardos de hachís.

Son dos maneras de entender la delincuencia. Toda una metáfora de esa Francia que mete la mano en el bolsillo de los ricos –que, como Depardieu, huyen despavoridos a Bélgica–. Y también de nuestra España, a cuyas clases más desfavorecidas –Tras el subidón del tabaco y con el alcohol cada vez más caro– ya les quedan pocos vicios a los que agarrarse.

Hasta la lluvia se conjuró, durante la despedida de 2012, para que la Puerta del Sol de Madrid resultara menos bullanguera que nunca. Porque los barrenderos de la capital recogieron esta Nochevieja casi 10.000 kilos menos de basura que hace un año y se repartieron, para brindar tras las doce uvas, la mitad de vasos de plástico.

Menos mal que estaban el tupé de Imanol Arias y el vestido de Paula Vázquez para decir adiós al año en que Rajoy se agarró al matasuegras y nos sacudió a todos con su confeti de impuestos.

Ahora, aprovechando que las Rebajas están aquí –aunque ya se compre más por necesidad que por capricho– el ministro de Economía va y nos pone los dientes largos. Así, según Luis de Guindos, comenzaremos a ver la luz al final de túnel allá por el mes de octubre. En ese mágico cuarto trimestre –al que habrá que llegar como sea– calcula el ministro que el paro empiece a disminuir en España.

Pues bien, ya que el euro por receta amenaza con extenderse por España –en la senda de Cataluña y Madrid– a este paso habrá que encontrar un valor terapéutico a los robos de droga en dependencias policiales de Andalucía. Y es que, desde que arrancó la crisis, los cacos ya se han llevado 300 kilos de droga en Málaga, otros 100 kilos de heroína y cocaína en Sevilla, y un centenar de kilos más en Cádiz.

No estaría de más que, una vez cumplida la profecía de Luis de Guindos y comenzando a dar esquinazo a la crisis, los policías andaluces custodiaran con más éxito la droga. Aunque, ya puestos, una buena hoguera con todo lo decomisado, a modo de ceremonia de acción de gracias, tampoco nos iría mal.

En esa gran pira, y puesto que no podemos quemar a los 300 políticos que, de momento, están imputados en casos de corrupción, echaríamos todo aquello que tiene atenazados. Incluidas las tarjetas sanitarias de las 17 comunidades autónomas para que, por lo menos ante la salud, todos los españoles volvamos a ser iguales.
 

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