sábado, 26 de enero de 2013

Un premio para los diputados del PP que jugaban a Apalabrados


Se equivoca el Partido Popular cuando multa con 300 euros a dos diputados madrileños por ser fotografiados, durante una votación en la Asamblea regional, jugando con el móvil a Apalabrados. Tal y como están la educación y la política, deberían pasearlos como a héroes por toda España.

Los fines de semana, cuando escasean las noticias y en los telediarios sólo se habla de absurdos mítines y de la Liga de fútbol, Bartolomé González y María Isabel Redondo –los diputados juguetones– echarían emocionantes partidas con el ministro José Ignacio Wert y Eduard Punset.

Ofrecerían mítines todos los domingos. Cada uno en una ciudad y conectados por una pantalla gigante, acabarían sus actos creando un par de palabras. También sería una excelente manera de promocionar la lectura y, de paso, los populares podría decir que no todos sus políticos son como los concejales del PP de Murcia, que fueron cazados durante un Pleno del Ayuntamiento jugando al tenis en el Ipad y pasándose fotos de las fiestas. 

Rajoy también debería poner como ejemplo a González y Redondo frente a los ediles populares de Torrevieja. Esos que se gastaban por cabeza –hasta que estalló el escándalo a finales del año pasado– una media de 2.500 euros en llamadas por el móvil.

No hay punto de comparación porque, en lugar de llamar a servicios de prostitución –como hacía el concejal de Deportes de la localidad alicantina– los diputados de la Comunidad de Madrid usaban el teléfono para jugar al Scrabble.

Además, y que sepamos, estaban utilizando el abecedario sólo para construir inocentes palabras. No en vano, González fue alcalde de Alcalá de Henares, cuna de Cervantes. Así que, en lugar de disculparse, debería sentirse orgulloso por fomentar el uso responsable de las nuevas tecnologías.

España es un país con una tasa de paro juvenil del 55%, que afecta a siete de cada diez menores de 25 años en muchos puntos del sur. Pues, bien, que dos políticos se dediquen a crear palabras, en lugar de llevárselo crudo como el corrupto Bárcenas –a quien la Policía le atribuía el alias de Luis el cabrón en la trama Gürtel– debería tener premio.

Y es que los dos diputados también son un ejemplo para Urdangarin, ese grosero miembro de la Casa Real que, en uno de los correos electrónicos remitidos al juez por su ex socio, se despedía como el duque em…palma…do.  

jueves, 17 de enero de 2013

Hagamos un concurso de ideas para cambiarle el nombre a España


Televisión Española está empeñada en rebautizar a la Selección Española de Balonmano como ‘Los Hispanos’. A fuerza de machacarlo –ya se sabe lo que decía el nazi Goebbels de que algo repetido mil veces se convertía en dogma de fe– vamos a terminar creyendo que nuestros equipos deportivos representan a una especie de Confederación de Estados Independientes, al estilo de la Guerra de las Galaxias.
 
Después de La Roja –que inauguró Luis Aragonés y ha alcanzado la cima con Vicente Del Bosque– llegaron ‘Las Guerreras’ del equipo nacional de balonmano femenino. Así, no es de extrañar que Sandro Rosell, el presidente del Barça, esté convencido de que, en una Cataluña independiente, Messi y sus compañeros jugarían en la Liga Ibérica. Aunque no sabemos si con portugueses o sin ellos. Pero, claro, un detalle como éste debe ser insignificante para un nacionalista. 

Y hay que ver lo que le sigue costando a muchos pronunciar las palabras España, español y española dentro de su propio país, porque ni los propios filólogos defienden la lengua patria. 

No hay más que consultar un reciente compendio, publicado por la Fundación del Español Urgente –precisamente– para leer que “es preferible utilizar castellano para referirse al modo de expresión utilizado en España”. Así, se diferencia “de las lenguas de determinadas comunidades autónomas”. Pero, claro, un argentino o un boliviano sí pueden proclamar con orgullo que hablan español. Es lo que hay. 

Y es que a nuestra clase política, desde la absurda atalaya de sus Reinos de Taifas, se le llena la boca cuando habla de potenciar la Marca España. Pero, a la hora de la verdad, cada uno hace la guerra por su cuenta. Y llegamos a absurdos como el partido que enfrentó en un torneo de baloncesto femenino, disputado en diciembre, a las selecciones sub 18 de España y Euskadi. 

Teniendo en cuenta que al equipo masculino que ganó la medalla de plata olímpica se le rebautizó hace unos años como la ÑBA, poco puede sorprendernos. Pues nada, que Rajoy convoque un concurso de ideas para cambiarle el nombre a España. Pero que tenga más éxito que Aznar con la letra del himno.

miércoles, 16 de enero de 2013

Aguirre se desata y Gallardón… ¿Prepara el indulto de Urdangarin?


El secretario general de UGT, Cándido Méndez, que lleva la friolera de 18 años en la poltrona, dice que no le faltan “ganas ni energía” para liderar el sindicato cuatro años más. Vamos, que –además de agarrarse como una lapa al cargo– quiere seguir disfrutando, como gran jefe, de los cafés que le sirve un empleado de Arturo Fernández.

Y es que el presidente de la patronal madrileña –en teoría el enemigo a batir por los sindicalistas– tiene la concesión de la cafetería de la sede ugestista. Qué casualidad…

En este país hace tiempo que se dejaron de guardar las formas. Así, no es de extrañar que el número dos de la patronal, e íntimo de Esperanza Aguirre –quien se ha colocado muy pizpireta en una empresa de cazatalentos catalana– deba a la Seguridad Social más de 400.000 euros. Y él tan pancho porque, además, sirve los desayunos y los menús low cost –también por concesión– en el Congreso de los Diputados y el Senado.

Así cualquiera. Y no es de extrañar que Ignacio Fernández Toxo, el líder de CCOO –que se relajaba de crucero por el Báltico mientras millones de españoles empezaban a frecuentar los lunes al sol– se apunte a la teoría de resistir en el cargo. Vamos, que piensa repetir lo que haga falta, como Méndez.

Y es que, en España no hay más que ver a Rajoy el aguante tiene premio. Lo mismo que, según ha reconocido la propia Esperanza Aguirre, el mérito se desprecia para hacerse un sitio en la política. De ahí, que –en un alarde de sinceridad– la presidenta del PP de Madrid afirmara este miércoles: “Querría que la política no se convirtiera en una cosa de mediocres funcionarios, sino de los mejores”.

Para rematar la jugada, la flamante cazatalentos pidió que “no pueda ir a un cargo público ni a un escaño o puesto directivo importante, alguien que no haya cotizado a la Seguridad Social en otra cosa”. O sea, que Aguirre desea ahora políticos que hayan sido “autónomos, empresarios, que hayan hecho cosas distintas en su vida”. Es lo que tiene descubrir el sector privado.

Ha sido dejar el cargo y a Aguirre le ha entrado –como le sucediera en su día a Aznaruna locuacidad extraordinaria. Esperemos que no sea tan compulsiva como la manera en que concede indultos Gallardón, su predecesor en la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Porque ese afán por liberar de la cárcel a kamikazes de la carretera da que pensar. ¿Estará allanando el camino a Urdangarín? A este paso, cualquier cosa es posible.
 

jueves, 10 de enero de 2013

Los bancos no pagan la comunidad, pero empuran a Paz Vega por morosa


Con lo que deben los bancos a las comunidades de vecinos –225 millones de euros– y van a empurar a Paz Vega porque dejó de pagar 3.815 euros, correspondientes a 18 mensualidades, de un dúplex en Sevilla. Como sigamos así, Rusia se va a llenar de exiliados cinematográficos.

Y es que si sumamos los recibos impagados por bancos y cajas a los que adeudan los propios promotores –por quedarse con pisos sin vender– la morosidad en las comunidades de vecinos se dispara hasta los 675 millones, según los Colegios de Administradores de Fincas.

Se trata de una cifra mareante. Para hacernos una idea, lo que costaron los aeropuertos fantasmas de Ciudad Real y Castellón, más lo que se lleva gastado en el todavía nonato aeródromo de Murcia. Como propina, a esa descomunal deuda vecinal se podría añadir el precio final de la segunda pista del Aeropuerto de San Javier, que se pretende reducir a la mínima expresión.

Vamos, un disparate que acabará abonando, en buena parte, el sufrido contribuyente. O bien los propios vecinos, que tendrán que sufragar a escote lo que dejan de acoquinar los bancos. En definitiva, pagará el conjunto de los españoles, que para eso hemos salvado de la quema a lo más granado del sistema bancario tras costear su rescate a precio de oro.

Y es que somos un país de rumbosos, donde a pesar de nuestra tercermundista tasa de paro no tenemos inconveniente en tirar de Smartphone. Así, según revela el informe La Sociedad de la Información en España, sesenta y tres de cada cien españoles enganchados a la telefonía móvil tienen un Smartphone.

En Alemania, locomotora de Europa, sólo un 48% de los usuarios se comunican con un IPhone, un Samsung Galaxy o similares. Quince puntos, nada menos, separan a españoles y alemanes –a favor nuestro– en lo que al universo Whatsapp se refiere. Y veintiuno les sacamos de diferencia en la vergonzosa clasificación del paro, donde también somos líderes. Vamos, el mundo del revés.

Pues nada, resulta que en España hay seis millones de habitantes –tantos como desempleados– que viven literalmente enganchados a Internet, sobre todo a través de los móviles. O sea, que nos comunicamos más por las redes sociales que en persona. 

Así, no es de extrañar que, en el caso Urdangarin, acabaran saliendo varios correos electrónicos en los que aparece el nombre de Corinna, la amiga del Rey. Si es que a los españoles, incluido el primero, nos va la marcha.

sábado, 5 de enero de 2013

España, ese país donde los pobres se gastan el aguinaldo en percebes


Los Reyes Magos han sido boicoteados en Madrid por unos trabajadores del Metro que, según el consejero de Transportes, cobran al mes una media de 35.000 euros y en los últimos cuatro años han acumulado una subida de sueldo del 20%. Nada menos.

Así no es de extrañar que unos coruñeses se dieran en Nochebuena un atracón de percebes y jamón ibérico con la extra que los concejales de Sada cedieron a las 62 familias más desfavorecidas del municipio. En esta España, donde seis de cada diez parados no creen que vayan a encontrar trabajo en un año, se vive al día y el que no corre vuela. 

Y es que cuando la secretaria general del PP, y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, tiene un descuido al no declarar 7.000 euros que cobró como diputada regional y Jesús Hermida se olvida de preguntarle al Rey por los negocios de su yerno, cualquier cosa es posible. 

Por ejemplo, que los empleados del metropolitano de la capital estén en pie de guerra mientras que, según ha revelado la Comunidad de Madrid, tienen derecho a viajar gratis y a once días extras de vacaciones, entre otros privilegios. 

Con un presidente del Gobierno que cobra dietas por alojamiento en Madrid, cuando vive en ese Palacio de la Moncloa que pagamos todos, y una Generalitat de Cataluña que prefiere cerrar quirófanos a despedir propagandistas de su televisión autonómica, nada puede extrañarnos. Ni siquiera que seis mandos militares hayan sido procesados por quedarse con dinero de los estudiantes en una residencia universitaria. 

Y es que, en Sevilla y al más puro estilo del Siglo de Oro, dos coroneles, dos comandantes, un capitán y un subteniente –en connivencia con un par de empresarios– están acusados de desviar 300.000 euros que transformaron, entre otras viandas, en jamón ibérico, lomo, gambas y langostinos. Todo ello –mientras que los alumnos decían pasar hambre– era convenientemente regado con whisky Cardhu, entre otros licores. 

España, tan propensa a los tópicos, siempre ha sido un país de bandoleros, como José María el Tempranillo, y de pillos, como el Lazarillo de Tormes. De ahí, que la comilona de esa familia de Sada –que se gastó el aguinaldo de los concejales en marisco y jamón de bellota en lugar de latas de fabada y alubias– pueda resultar incluso entrañable. Los españoles somos así.

jueves, 3 de enero de 2013

España está enferma y encarcela al rey Baltasar, pero tiene esperanza


España está enferma. Y es que un país con más de trescientos cargos públicos imputados –el último de ellos, el alcalde de Santiago de Compostela–, que tiene entre rejas a un Rey Baltasar, por tirar del bolso a una madrileña, y permite que el Metro de la capital se declare en huelga el día de la Cabalgata, tiene síntomas de carcoma.

Un país, dividido en diecisiete Reinos de Taifas –más dos ciudades autónomas–, cuyo monarca ha sido entrevistado por otro septuagenario como Jesús Hermida, que no le pregunta por los elefantes de Botsuana ni los negocios de su yerno, tiene muy mala pinta.

Aquel imperio donde no se ponía el sol, y en el que ahora hay desesperados que se queman a lo bonzo porque no tienen ni para comer, y donde los billetes de 500 euros no dejan de menguar, habiendo menos en circulación que en 2005, pide ayuda a gritos.

Necesitamos un rescate, y no sólo de la Comisión Europea ni del Fondo Monetario Internacional. Hace falta una regeneración que borre de nuestra memoria a caciques como José Luis Baltar, el líder orensano del PP a quien la Fiscalía acusa de enchufar a más de un centenar de parroquianos.

Nuestra antigua nación, que asiste sin inmutarse al cobro de 190 euros a cada aspirante a lograr un empleo en un colegio de Granada, y que castiga a sus ciudadanos con aumentos brutales del IBI por viviendas que han perdido hasta el cincuenta ciento de su valor, precisa una catarsis colectiva.

Y ya perdemos hasta nuestro espíritu solidario, puesto que uno de cada cuatro españoles han dejado de colaborar con las ONG para intentar salvarse a sí mismos. Si al menos pusiéramos en la calle los 1.691 millones de euros en pesetas que, según el Banco de España, guardamos en el calcetín, podríamos darnos alguna alegría.

Mientras tanto, los tiburones de las finanzas lanzan sus afilados dientes sobre las gangas inmobiliarias españolas. Así, varios fondos de inversión internacionales acaban de comprar edificios por valor de 150 millones de euros. Y parece que vamos camino, por fin, de ser atractivos para los inversores extranjeros a base de rebajarnos el sueldo y trabajar más horas, siguiendo el modelo que preconizaba el recluso Díaz Ferrán.

Pero hay esperanza porque, según el Gobierno, el final del túnel está próximo. Y es que la prima de riesgo –preconizan ya los economistas– puede caer en unos meses hasta los 300 puntos. Incluso el paro ha bajado en diciembre y el año pasado hubo tantos muertos en la carretera –unos 1.300– como en 1960. 

Ese año, precisamente, se aprobó la Ley de Ordenación de la Emigración y dejaron España en busca de trabajo unas 70.000 personas. Las mismas, más o menos, que en 2012. Y es que la historia muchas veces se repite. Pero nosotros no aprendemos.
 

martes, 1 de enero de 2013

En Francia asaltan tiendas de Apple, en España depósitos de droga


Mientras que en París una banda de atracadores aprovechaba la Nochevieja para asaltar una tienda exclusiva de Apple, otros malhechores menos exquisitos reventaban el almacén de Vigilancia Aduanera de Huelva y arramplaban con 40 fardos de hachís.

Son dos maneras de entender la delincuencia. Toda una metáfora de esa Francia que mete la mano en el bolsillo de los ricos –que, como Depardieu, huyen despavoridos a Bélgica–. Y también de nuestra España, a cuyas clases más desfavorecidas –Tras el subidón del tabaco y con el alcohol cada vez más caro– ya les quedan pocos vicios a los que agarrarse.

Hasta la lluvia se conjuró, durante la despedida de 2012, para que la Puerta del Sol de Madrid resultara menos bullanguera que nunca. Porque los barrenderos de la capital recogieron esta Nochevieja casi 10.000 kilos menos de basura que hace un año y se repartieron, para brindar tras las doce uvas, la mitad de vasos de plástico.

Menos mal que estaban el tupé de Imanol Arias y el vestido de Paula Vázquez para decir adiós al año en que Rajoy se agarró al matasuegras y nos sacudió a todos con su confeti de impuestos.

Ahora, aprovechando que las Rebajas están aquí –aunque ya se compre más por necesidad que por capricho– el ministro de Economía va y nos pone los dientes largos. Así, según Luis de Guindos, comenzaremos a ver la luz al final de túnel allá por el mes de octubre. En ese mágico cuarto trimestre –al que habrá que llegar como sea– calcula el ministro que el paro empiece a disminuir en España.

Pues bien, ya que el euro por receta amenaza con extenderse por España –en la senda de Cataluña y Madrid– a este paso habrá que encontrar un valor terapéutico a los robos de droga en dependencias policiales de Andalucía. Y es que, desde que arrancó la crisis, los cacos ya se han llevado 300 kilos de droga en Málaga, otros 100 kilos de heroína y cocaína en Sevilla, y un centenar de kilos más en Cádiz.

No estaría de más que, una vez cumplida la profecía de Luis de Guindos y comenzando a dar esquinazo a la crisis, los policías andaluces custodiaran con más éxito la droga. Aunque, ya puestos, una buena hoguera con todo lo decomisado, a modo de ceremonia de acción de gracias, tampoco nos iría mal.

En esa gran pira, y puesto que no podemos quemar a los 300 políticos que, de momento, están imputados en casos de corrupción, echaríamos todo aquello que tiene atenazados. Incluidas las tarjetas sanitarias de las 17 comunidades autónomas para que, por lo menos ante la salud, todos los españoles volvamos a ser iguales.